Un grupo de investigadores ha dado con una enzima del Sars-CoV-2 que podría limitar la capacidad de mutación del virus
Investigadores de la Universidad de Texas en Galveston (Estados Unidos) y del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Canadá) han hallado lo que podría ser el talón de Aquiles del coronavirus, un descubrimiento que podría ayudar a derrotar al COVID-19 y tal vez a evitar futuras pandemias.
El coronavirus es un virus de ARN que tiene, en su conjunto de herramientas enzimáticas, una exorribonucleasa «correctora» llamada nsp14-ExoN, que puede corregir los errores en la secuencia de ARN que se producen durante la replicación, cuando se generan copias del virus.
Utilizando tecnologías de vanguardia y novedosos enfoques bioinformáticos, los investigadores descubrieron que esta ExoN también regula la tasa de recombinación, es decir, la capacidad del coronavirus de barajar partes de su genoma e incluso de extraer material genético de otras cepas víricas mientras se replica con el fin de obtener ventajas evolutivas.
Estos patrones de recombinación, según informaron los investigadores la semana pasada en la revista ‘PLOS Pathogens’, se conservan en múltiples coronavirus, como el SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, y el MERS-CoV, que causa una enfermedad similar, el síndrome respiratorio de Oriente Medio.
El objetivo, prevenir brotes de nuevos coronavirus
«Por lo tanto, la exorribonucleasa de los coronavirus es un objetivo importante y conservado para su inhibición y atenuación en la actual pandemia de SARS-CoV-2 y para prevenir futuros brotes de nuevos coronavirus», concluye la primera autora del artículo, Jennifer Gribble. «Si se puede encontrar un fármaco que impida la recombinación del ARN, realmente se puede desactivar el virus. Es realmente intrigante en términos de lo que entendemos sobre la adaptación y la evolución de los virus», añade otro de los autores, Andrew Routh.
Estudios anteriores han demostrado que los coronavirus son resistentes a muchos fármacos antivirales nucleósidos, que actúan introduciendo errores en el código genético viral para bloquear la replicación. El corrector de los coronavirus corrige los errores para que la replicación pueda continuar.
Sólo unos pocos fármacos son capaces de eludir el corrector. Entre ellos se encuentran un fármaco aprobado, el remdesivir, y el EIDD-2801 (molnupiravir), un fármaco en fase de investigación que se encuentra actualmente en fase de ensayo clínico.