Golpe de Estado en Birmania: el Ejército declara el estado de emergencia y toma el control de país
Varios miembros del Gobierno han sido detenidos, incluido el presidente, Win Myint, así como la Consejera de Estado y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi
El Ejército de Birmania (Myanmar) declaró este lunes el estado de emergencia al tomar el control político del país durante un año tras detener a varios miembros del Gobierno, según el canal de televisión controlado por los militares.
El hasta ahora vicepresidente, Myint Swe, que fue nombrado en el cargo por los militares gracias a los poderes que les reserva la actual Constitución, asumió la presidencia interina y le cedió todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, informó el canal Myawaddy News.
La toma del poder castrense llega pocas horas después de la detención de la líder de facto del país asiático, Consejera de Estado y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y del hasta hoy presidente birmano, Win Myint, además de varios ministros y dirigentes del partido gubernamental Liga Nacional para la Democracia (LND).
Entre la treintena de detenidos se encuentran además activistas, escritores y artistas, según una lista extraoficial a la que tuvo acceso Efe.
El parlamento de Birmania tenía previsto celebrar este lunes la primera sesión de la legislatura tras las elecciones de noviembre de 2020, en las que la LND, formación de Suu Kyi, consiguió una abrumadora victoria.
Los rumores de golpe de Estado se habían ido intensificando desde que el pasado martes el portavoz militar Zaw Min Tun se negara a descartar la toma del poder por parte del Ejército tras denunciar supuestas irregularidades en las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre.
El poderoso Ejército de Birmania, que gobernó el país entre 1962 y 2011, cuando se inició una transición controlada hacia la democracia, finalmente rechazó el sábado esa posibilidad y garantizó en un comunicado su compromiso con la defensa de la Constitución.
La aplastante victoria electoral de Suu Kyi demostró su gran popularidad en Birmania, a pesar de su mala reputación internacional por las políticas contra la minoría rohinyá, a la que gran parte se le niega la ciudadanía y el voto, entre otros derechos.
Las supuestas irregularidades fueron denunciadas en primer lugar por el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP), la antigua formación gubernamental creada por la anterior junta militar antes de disolverse. La Comisión Electoral ha negado el fraude electoral en los comicios de noviembre, ganados con una mayoría aplastante por la Liga Nacional para la Democracia al conseguir el 83% de los 476 asientos del Legislativo.
Reacciones internacionales
La Casa Blanca dijo este domingo estar «alarmada» por los acontecimientos en Birmania y pidió a los militares que liberen a los políticos detenidos y se adhieran a los principios democráticos y advirtió de que tomarán «acciones» si usurpan el poder.
En un comunicado emitido esta noche, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó que están «alarmados por las informaciones de que los militares birmanos han dado pasos para minar la transición democrática en el país» y confirmó que el presidente Joe Biden ha sido informado sobre los últimos acontecimientos.
«Reafirmamos nuestro fuerte apoyo a las instituciones democráticas birmanas y, en coordinación con nuestros socios regionales, urgimos a los militares y a todos las otras partes a adherirse a las normas democráticas y al imperio de la ley y a liberar a los detenidos hoy«, añade el comunicado.
Por su parte, el gobierno de Australia pidió este lunes a los militares de Birmania (Myanmar) la liberación «inmediata» de todos los líderes del país asiático detenidos y expresó en un comunicado el apoyo de Camberra a la transición democrática en Birmania. Asimismo, instó al mando castrense a respetar el estado de derecho y resolver las disputas a través de los mecanismos legales.
Por último, Japón hizo un llamamiento a Birmania para que resuelva pacíficamente los conflictos internos en el país tras el golpe de Estado. El portavoz del Gobierno japonés, Katsunobu Kato, señaló que Japón está analizando los detalles de la situación en el país en coordinación con la embajada japonesa en el territorio y que no les consta que haya habido altercados en las calles.