Cinco detenidos por amenazas de muerte a una 'influencer' francesa que blasfemó contra el islam
Por razones de seguridad la joven amenazada se cambió de instituto y actualmente vive semiescondida y bajo protección policial
Cinco jóvenes han sido arrestados por la policía francesa sospechosos de «acoso cibernético» y «amenazas de muerte» contra la adolescente Mila Orriols, quien sembró la polémica en 2020 por haber blasfemado contra la religión musulmana en las redes sociales.
Según confirmaron fuentes de la Fiscalía francesa, los jóvenes bajo custodia policial proceden de diferentes regiones de Francia y tienen entre los 18 y 29 años de edad.
«A todos ellos se les imputan cargos de acoso moral mediante un servicio de comunicación en línea y de amenazas de muerte», indicaron las fuentes.
La investigación, cursada por el Departamento Nacional de Lucha contra el Odio en Internet, se abrió a mediados de noviembre cuando Mila blasfemó duramente contra el islam por segunda vez en 2020 en un vídeo en la red social TikTok.
La primera vez que lo hizo, y la que desató la controversia, sucedió en enero de 2020 cuando la joven, entonces con 16 años, grabó en Instagram un vídeo en el que profería insultos contra la religión de Mahoma.
«Odio la religión, en el Corán solo hay odio, el islam es una mierda. Es lo que pienso, puedo decir lo que pienso. No soy racista, no se puede ser racista contra una religión», afirmó la joven residente en Lyon (este de Francia), que también añadió otros términos mas groseros.
Desde entonces, la chica, que se declara homosexual, dice haber recibido más de 50.000 mensajes insultantes y amenazantes. Pasó a vivir semiescondida y bajo protección policial, situación que dura ya un año.
En medio de la tormenta, la menor se llegó a disculpar en la televisión por haber utilizado palabras tan vulgares y pidió perdón a los musulmanes que «practican su religión en paz» y que han podido sentirse ofendidos, pero se reafirmó en sus críticas.
Por razones de seguridad, Mila se cambió de instituto y fue inscrita en una escuela militar, de la que, según la prensa local, fue temporalmente apartada por haber relevado el nombre de la institución en las redes.
Politización de la polémica
Después de este caso, el derecho o no a blasfemar fue muy debatido, incluso en el seno del Gobierno francés. La entonces ministra Justicia, Nicolle Belloubet, censuró en un primer momento al ataque de la joven, aunque más tarde se desdijo.
Sin embargo, el presidente Emmanuel Macron opinó que en Francia «hay libertad de expresión, derecho a caricaturizar y a blasfemar«.
La blasfemia no está recogida como delito en la ley francesa, aunque sí se castiga la difamación contra individuos.
No obstante, en Francia, uno de los países de la UE con más fieles musulmanes, casi 6 millones, los insultos de Mila prendieron la mecha.
El máximo responsable del Consejo Francés del Culto Musulmán -principal asociación de representación de la comunidad musulmana en Francia-, Abdallah Zekri, llegó a decir que «quien siembra vientos recoge tempestades», una frase tachada de «criminal» por miembros del Ejecutivo francés.