Los abogados del expresidente sostuvieron que «ninguna persona pensante podría creer seriamente que el discurso de Trump fue una incitación a la violencia o la insurrección»
La defensa del expresidente de Estados Unidos Donald Trump declaró este viernes sobre el asalto del 6 de enero al Capitolio, donde presentó al exmandatario como garante de «la ley y el orden», durante su alegato en un juicio político que consideró que está motivado por «el odio» de los demócratas.
A lo largo de las menos de tres horas y media que duró la exposición, los letrados del expresidente, Bruce Castor, David Schoen y Michael Van Der Veen, se centraron en defender el derecho a la libertad de expresión de Trump y criticaron un proceso que tacharon de «inconstitucional».
Para ello, se apoyaron en una serie de vídeos, con declaraciones de Trump y de dirigentes demócratas, así como con imágenes de protestas en las que incluyeron a seguidores del exmandatario y a manifestantes del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan).
Desde el comienzo de sus argumentos los abogados buscaron rebajar el papel del entonces presidente en el asalto a la sede del Congreso, que le está costando este juicio político, donde está acusado de «incitar a la insurrección».
Los hechos se remontan al pasado 6 de enero, cuando una multitud de partidarios del entonces presidente irrumpió en el Capitolio cuando las dos cámaras del Legislativo celebraban una sesión conjunta para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre, que en aquel momento Trump aún no había reconocido.
Minutos antes, el ahora exmandatario pronunció un discurso ante sus simpatizantes que, los demócratas consideran, animó a marchar hacia el Capitolio para «detener el robo» de los comicios, en medio de sus denuncias infundadas de fraude.
Van Der Veen sostuvo que «ninguna persona pensante podría creer seriamente que el discurso del presidente del 6 de enero en la Elipse (un parque que hay en el lado sur de la Casa Blanca) fue de alguna manera una incitación a la violencia o la insurrección».
«Lejos de promover la insurrección en Estados Unidos las declaraciones del presidente animaron explícitamente a quienes asistieron al ejercicio pacífico y patriótico de sus derechos, y la protesta patriótica es la antítesis del asalto violento al Capitolio de la nación», dijo.
«Un pequeño grupo que secuestró el acto»
Van Der Veen describió a los centenares de manifestantes que entraron en el Capitolio como «un pequeño grupo que vino para comportarse de manera violenta y amenazante, que secuestró el acto para sus propios propósitos» y, en ese sentido, apuntó que entre los arrestados hubo un integrante del movimiento de corte anarquista Antifa.
Entre la multitud concentrada ese día había partidarios del mandatario, veteranos del Ejército y miembros de organizaciones de ultraderecha y del movimiento conspiranoico QAnon.
Según datos ofrecidos por la cadena CBS el pasado fin de semana, que citó a fuentes del FBI, de los 205 arrestos por esos sucesos, al menos 25 sospechosos tienen vínculos con grupos de extrema derecha, como los Proud Boys, Oath Keepers, Three Percenters y Texas Freedom Force, y con QAnon; mientras que hay 16 veteranos de las Fuerzas Armadas y 2 soldados reservistas.
Una constante a lo largo de la argumentación de la defensa de Trump fue apuntar a los demócratas como guiados por «el odio».
Parafraseando una expresión utilizada frecuente por su cliente, Van Der Veen calificó el proceso como «una caza de brujas políticamente motivada» y «un acto de venganza política injusto y flagrantemente inconstitucional».
En ese sentido, otro de los abogados, Schoen, afirmó que los demócratas se han precipitado para celebrar este juicio politico. «El odio que los ‘fiscales’ de la Cámara Baja y otros en la izquierda tienen hacia el presidente Trump les ha llevado a esquivar los elementos básicos del debido proceso y legitimidad y a precipitar un juicio político a través de la Cámara Baja», lamentó.
El denominado «impeachment» se desarrolla en el Senado, bajo control demócrata, pero para que se iniciara la Cámara de Representantes, de mayoría progresista, aprobó el pasado 13 de enero la acusación contra Trump de «incitar a la insurrección».
De Biden a Madonna
Para demostrar ese supuesto odio de los demócratas a Trump, la defensa enseñó un vídeo de diez minutos con declaraciones de dirigentes demócratas, como Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y otras figuras del partido, así como de famosos como Madonna y Johnny Depp, empleando la palabra «luchar».
Con esto los abogados buscaban equipararlos con el exmandatario cuando el 6 de enero pidió a sus seguidores «luchar a muerte» para detener la ratificación del triunfo de Biden por parte del Congreso.
Tanto los vídeos como los alegatos de los letrados estuvieron dirigidos a probar que «claramente no hubo ninguna insurrección».
«Insurrección es un término específico, definido en la ley, que implica tomar un país, con un gobierno en la sombra, tomar las emisoras de televisión y tener algún plan sobre qué es lo que vas a hacer cuando finalmente tienes el poder. Claramente esto no es eso», aseguró Castor, jefe del equipo de la defensa.
Tras la exposición de los abogados del exmandatario se espera que el Senado vuelva a reunirse este sábado, cuando podría votar la absolución o la «condena» a Trump.
Los demócratas necesitan el respaldo de dos tercios de la cámara para sacar adelante una resolución en contra del expresidente, lo que parece complicado, dado que tienen 50 escaños.
Como Trump salió de la Casa Blanca el 20 de enero, si fuera «declarado culpable» no afrontaría la destitución, aunque podría verse abocado a ser inhabilitado para ejercer cargos públicos en el futuro.