La vacuna de Pfizer reduce los casos sintomáticos en un 94%, según un estudio sobre 1,2 millones de israelíes
Los resultados preliminares de la investigación de la mayor mutua sanitaria de Israel muestran que la inmunización rebaja en un 92% las infecciones más graves
El ensayo masivo de la vacuna de Pfizer frente a la Covid-19 que está suponiendo la acelerada campaña de vacunación en Israel empieza a dar resultados sólidos y esperanzadores.
Los casos sintomáticos se han derrumbado un 94% entre la población vacunada con el preparado de Pfizer, desarrollado por el laboratorio alemán BioNTech, según indica el mayor estudio realizado hasta la fecha en el país por Clalit, la principal mutua sanitaria de Israel.
El estudio ha analizado a 1,2 millones de afiliados a esta mutua -la población total del país es de menos de 9 millones de personas-, divididos en dos grupos de 600.000 participantes, uno formado por personas vacunadas y otro por personas sin vacunar.
La comparación entre ambos no deja lugar a dudas: la vacuna de Pfizer funciona y está en camino de convertir a Israel en el primer país que logre poner fin a la pandemia de la Covid-19 en su territorio.
“Junto a nuestro colegas de la Universidad de Harvard, hemos conducido una serie de tests para validar los resultado y, ahora, está inequívocamente claro que la vacuna frente al coronavirus de Pfizer es extremadamente efectiva en la vida real una semana después de la segunda dosis”, ha declarado a medios israelíes el profesor Ran Balicer, directo de Instituto de Investigación de Clalit.
Un 75% de infectados, menores de 39 años
El estudio sigue en marcha y se espera que se publiquen resultados adicionales en las próximas semanas. Finalmente, los datos servirán a la farmacéutica estadounidense Pfizer como prueba irrefutable de que su vacuna es efectiva, lo que le dotará de una potente herramienta comercial.
Con 4,6 millones de dosis de la vacuna administradas –1,35 diarias por cada 100 habitantes-, Israel es el país del mundo que ha avanzado más rápido con el proceso de inmunización gracias a un suministro privilegiado por parte de Pfizer.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, aseguró que actualmente el 75% de los nuevos contagios corresponden a personas de menos de 39 años, después de que la campaña haya alcanzado a la mayoría de la población de más de 60.
A pesar de tener 100.000 dosis adicionales de la vacuna de la farmacéutica Moderna almacenadas, el Gobierno israelí ha decidido emplear únicamente el preparado de Pfizer en esta primera fase del proceso de inmunización.
Una desescalada solo para vacunados
Con la curva de la pandemia en claro descenso tras tres confinamientos domiciliarios, el reto definitivo de Israel para poder tener bajo definitivo control la pandemia es lograr que la vacunación alcance a casi toda la población, un objetivo nada sencillo ante la ferviente oposición de una parte significativa de la población, generalmente practicante del judaísmo ortodoxo.
Mientras, los palestinos residentes en Cisjordania -territorio ocupado por el Estado israelí- y la Franja de Gaza siguen a la espera de la llegada de dosis que le permitan avanzar hacia una vacunación masiva sin la que cual, difícilmente podrá Israel considerarse libre de la pandemia
La publicación de estudios como este, que prueban la efectividad de la vacuna, busca convencer a los más reacios. Por si no fuera suficiente, el Gobierno israelí ya prepara una desescalada de la que solo podrán disfrutar los que hayan recibido la inyección.
Los centros comerciales, los gimnasios, los hoteles y otras instalaciones podrán reabrir a partir de la próxima semana, pero solo para los vacunados. Las tiendas con acceso a la calle y los lugares de culto, sin embargo, estarán disponibles para toda la población, según informan medios israelíes.