Se prevé que este plan sirva para inmunizar a unos 120.000 palestinos empleados en Israel y sus colonias, en contacto diario con población israelí
Israel comenzó este lunes a vacunar a palestinos con permiso de trabajo en territorio israelí y las colonias judías, un proceso que arrancó esta mañana en varios centros de inoculación establecidos en los cruces militares de Cisjordania ocupada.
«Hoy abrimos la campaña de vacunación» para empleados palestinos, anunció en un comunicado Kamil Abu Rukun, coordinador del COGAT, organismo militar israelí que gestiona los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados.
La inmunización contra el COVID-19 es un «interés sanitario y económico común» de israelíes y palestinos, que viven «en una misma región epidemiológica», señaló.
El proceso, realizado por equipos médicos israelíes, se ampliará mañana a asentamientos industriales de territorio cisjordano. Se prevé que sirva para inmunizar a unos 120.000 palestinos empleados en Israel y sus colonias, en contacto diario con población israelí.
La primera ronda de la campaña durará dos semanas y servirá para inocular con la primera dosis de la vacuna. La segunda fase empezará a inicios de abril, por unos 14 días adicionales, cuando se aplicará la segunda dosis.
Para vacunarse, los palestinos deben pedir cita y gestionar la solicitud con su empleador israelí, concretó el COGAT.
Se calcula que en torno al 20% de trabajadores palestinos de Cisjordania está empleado en el mercado laboral israelí, por lo que su contacto con Israel es constante y estrecho.
Ante ello, oficiales de Sanidad israelíes alertaron sobre la necesidad de apoyar en la vacunación de la población cisjordana, clave para garantizar la inmunización colectiva en la región.
Israel, con unos 9,2 millones de habitantes, lidera la campaña de vacunación más veloz del mundo: casi cinco millones de personas (más del 50 % de la población) recibieron al menos la primera dosis, y más de 3,7 la segunda.
Organismos internacionales y ONG instaron también a Israel a facilitar la inoculación de palestinos de Cisjordania y Gaza por su responsabilidad «legal y moral» como «potencia ocupante».
En Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) sigue esperando la llegada de lotes cuantiosos de vacunas, tras varios retrasos, y ha aplicado solo el 90% de 9.800 dosis en sus manos.
Asimismo, el territorio cisjordano padece un pico de contagios desde hace semanas. Ayer registró más de 2.000 casos en solo 24 horas, una de las cifras más altas desde el inicio de la pandemia.
Esto obligó a la ANP a imponer un cierre completo en distintas provincias, una medida en vigor desde este sábado.