El ministro de Sanidad austriaco dimite "agotado" de su cargo por la pandemia de coronavirus
Rudolf Anschober ha sido hospitalizado en dos ocasiones recientemente por problemas circulatorios vinculados al agotamiento y el estrés.
Rudolf Anschober ha sido hospitalizado en dos ocasiones recientemente por problemas circulatorios vinculados al agotamiento y el estrés
El ministro de Sanidad de Austria, el ecologista Rudolf Anschober, ha anunciado este martes su dimisión por razones de salud, después de ser hospitalizado en dos ocasiones recientemente por problemas circulatorios vinculados al agotamiento y el estrés de gestionar la pandemia de covid-19.
«Hoy anuncio mi salida del Gobierno federal. En tiempos de pandemia, necesitamos un ministro de Sanidad que esté al 100% en forma. Ese no soy yo en este momento», ha escrito Anschober, de 60 años. «En los próximos días cederé mi testigo a mi sucesor y en las próximas semanas recuperaré la salud. Hasta entonces me estoy tomando, también, un descanso de Twitter. ¡Todo lo mejor!», ha concluido el ministro austríaco.
«Le he pedido al presidente de la república federal que me releve de estas funciones a partir del próximo lunes», dijo en una rueda de prensa televisada Anschober, que asumió el cargo en enero de 2020.
El médico Wolfgang Mückstein, de 44 años, asumirá la cartera de Sanidad a partir del próximo lunes y en sus primeras declaraciones llamó a todos los ciudadanos a vacunarse para acabar con la pandemia.
Anschober, de 60 años, recordó que tuvo que ser hospitalizado dos veces en las últimas cuatro semanas, afectado por un colapso del sistema circulatorio e hipertensión arterial, entre otros problemas causados por «agotamiento». «Obviamente, he trabajado demasiado. Desde hace unas semanas ya no estoy en forma», reconoció. El todavía titular de Salud eludió referirse a las evidentes tensiones con Kurz y otros políticos sobre la estrategia para combatir el coronavirus, limitándose a señalar que los «conflictos» han aumentado a partir de la segunda oleada de la pandemia, en otoño pasado, y que «a menudo» se sintió «muy solo».
A ello se sumó «un incremento masivo de la agresividad» en parte de la población, con «amenazas de muerte» contra su persona y allegados. «Desde noviembre del año pasado estoy con protección policial, y ello me ha quitado una fuente importante de mi energía, la que obtengo del contacto libre con los ciudadanos en la calle», señaló.
Anschober volvió a defender el confinamiento actual en Viena y otras regiones del este del país (vigente hasta el 1 de mayo), ante la crítica situación en los hospitales, que calificó de «dramática». Lamentó asimismo que «más de un tercio de los ciudadanos no se somete a los test» y la misma proporción dice no estar dispuesto a vacunarse.