¿Por qué no ha salido adelante el proyecto de la Superliga?

Claves para entender por qué naufragó el proyecto de 12 de los clubes más poderosos del fútbol

48 horas después de su pitazo inicial, la Superliga Europea ya era un auténtico naufragio. La sentencia de muerte la dictó Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, cuando este miércoles aseguró que «La Superliga no procederá».

De esta forma Agnelli daba por finiquitado el proyecto que 12 de los clubes más poderosos del fútbol a nivel internacional (Arsenal, Tottenham Hotspur, Chelsea, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milán, AC Milán y Juventus) anunciaron el pasado domingo: la creación de una Superliga Europea.

El proyecto consistía en poner en marcha una competición donde 15 clubes fundadores disputarían un torneo continental anual, en el que ellos tendrían un cupo fijo y se permitiría la participación de cinco clubes más.

Sin embargo, no tuvo la aceptación esperada y estalló: hinchas, jugadores, entrenadores e incluso políticos y miembros de la realeza británica rechazaron la idea de una liga “elitista”, según los expertos, y que únicamente “buscaba beneficio económico”.

Pronto comenzó el goteo de deserciones, durante la mañana del miércoles, nueve de los 12 clubes ya habían decidido abandonar el proyecto tras las duras reacciones que este había producido.

La oposición general inglesa

Ha sido precisamente en Reino Unido, cuna del fútbol moderno, donde se ha registrado la mayor resistencia ante la idea de la Superliga. Boris Johnson fue uno de los primeros en reaccionar y le siguieron varios políticos y celebridades británicas además del príncipe Guillermo: «Comparto la preocupación de los aficionados ante la propuesta de la Superliga, ante el riesgo que conlleva de dañar este juego que tanto amamos», aseguró.

Otra de las voces que más ha retumbado ha sido la del entrenador del Manchester City, Pep Guardiola: «Un deporte no es deporte cuando no existe relación entre el esfuerzo y la recompensa; cuando solo se garantiza el éxito a unos pocos, a los que no les importa perder», dijo en una rueda de prensa.

Pero la negativa no se quedó únicamente en las declaraciones y comunicados. Los jugadores del Leeds en su partido frente al Liverpool este lunes, vistieron durante el calentamiento una camiseta que llevaban estampada la frase: «Gánatelo en la cancha. El fútbol es de los hinchas».

Sin embargo, fueron los hinchas los que finalmente pusieron contra las cuerdas a los directivos de los clubes. El martes en Londres, miles de aficionados se concentraron frente al estadio de Stamford Bridge para protestar por la medida. «Vamos a salvar el juego», cantaban en coro ante la sede del disidente Chelsea.

Finalmente, los seis equipos ingleses se bajaron del tren, llegando el Arsenal, uno de los fundadores del proyecto, a pedir disculpas a sus aficionados: «Nunca fue nuestra intención causar tanto malestar. Hemos cometido un error y pedimos disculpas por ello».

La UEFA

Una de las principales razones detrás de la creación de la Superliga, según los expertos, era buscar mejores réditos económicos que los que actualmente otorga la Champions League, el mayor torneo continental de clubes, que es organizado por la UEFA.

El presidente del organismo, Aleksander Ceferin, criticó el intento separatista de los 12 clubes: «Le han escupido en la cara a los amantes del futbol».

Sin embargo, los 12 fundadores de la Superliga se habían protegido legalmente para evitar sanciones por parte de la UEFA y la FIFA. Pero hubo una carta que jugó en contra de estos clubes: Ceferin señaló que los jugadores que fueran parte de la Superliga no podrían participar en la Eurocopa de Naciones ni en el Mundial de Fútbol.

Según varios medios ingleses, algunos jugadores de los 12 equipos expresaron su preocupación ante la posibilidad de no poder disputar partidos con sus seleccionados nacionales. De hecho, Jordan Henderson, capitán del Liverpool, convocó a una reunión con los demás capitanes de los clubes ingleses y al final escribió en su cuenta de Twitter: «No nos gusta. Y no queremos que pase. Esa es nuestra posición colectiva».

Ausencia de otros grandes

Una de las ideas primordiales de la Superliga era jugar con 15 equipos fundadores. Pero apenas 12 firmaron el acuerdo de salida, por lo que ya había recibido rechazos importantes que no le daban un buen augurio.

Entre los que no estaban en la lista había un gigante que era fundamental para las ambiciones del torneo: el FC Bayern de Múnich. Con seis títulos de Liga de Campeones en sus vitrinas y siendo uno de los nombres más fuertes de Europa, el club alemán no aceptó estar en la fundación de la Superliga. Y no quedó ahí la cosa, sino que el equipo fue más allá: la consideró innecesaria: «Nuestros socios y aficionados rechazan una Superliga. Como FC Bayern, nuestro deseo y nuestro objetivo es que los clubes europeos vivan esta maravillosa y emocionante competición de la Champions League y la desarrollen junto con la UEFA. El FC Bayern dice no a la Superliga», dijo Karl-Heinz Rummenigge, director general del club. «La Champions League es la mejor competición de clubes del mundo», agregó.

Contra la idea se alineó otro posible candidato: el Borussia Dortmund, que dijo que tampoco participaría. En este panorama, se sumó otro revés, el «no» del gigante francés Paris Saint-Germain (PSG), residencia de Neymar Jr. y Kylian Mbappé.