El G7 señala a Rusia y China en su cumbre en Londres: "La democracia está bajo presión"
El Grupo de los Siete denuncia la vulneración de Derechos Humanos por parte de China y la represión de opositores en Rusia
El Grupo de los Siete denuncia la vulneración de Derechos Humanos por parte de China y la represión de opositores en Rusia
La recuperación de la pandemia de coronavirus requiere más que nunca preservar el actual sistema de normas internacionales, recalcaron hoy los ministros de Exteriores del G7 en las conclusiones de su reunión de dos días en Londres, que identifican a China y Rusia entre las principales amenazas para ese orden global.
La democracia «está bajo presión» en todo el mundo, la expansión del COVID-19 continúa siendo un problema acuciante y los «catastróficos» efectos del cambio climático son cada vez más palpables, alertan los diplomáticos del grupo, que se han reunido de manera presencial por primera vez desde hacía más de dos años.
A la cumbre en la capital británica, que precede a la reunión de líderes del G7 programada en junio en Cornualles (suroeste de Inglaterra), acudieron como invitados representantes de la India, Australia, Corea del Sur y Suráfrica, una elección que pone de manifiesto tanto la creciente importancia geoestratégica de la región del Indo-Pacífico como los intereses diplomáticos particulares del Reino Unido, país anfitrión.
Desde el martes, los titulares de Exteriores y Desarrollo de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y la Unión Europea, además del Reino Unido, dedicaron dos jornadas a reuniones plenarias y bilaterales en las que abordaron las principales urgencias internacionales.
Defensa de los Derechos Humanos y la ley
El G7 expresa su preocupación por la situación de los derechos humanos tanto en China como en Rusia. En el primer caso, condena los abusos y violaciones en Xinjiang y el Tíbet, la existencia campos de «reeducación política», y menciona «informes» que hablan de «sistemas de trabajos forzados» y «esterilizaciones forzadas».
También critican las prácticas de Pekín que van en contra de los «sistemas económicos libres y justos», en particular en los campos del «comercio, las inversiones y la financiación al desarrollo», así como el respaldo a «robos de propiedad intelectual».
Respecto al estrecho de Taiwán, un escenario de especial tensión con China tras las últimas maniobras militares de Pekín en la zona, los ministros del G7 reiteran su «fuerte oposición a cualquier acción unilateral» que pueda escalar el conflicto y «minar la estabilidad regional».
La erosión de los derechos humanos en Rusia también ocupa un lugar preeminente en las preocupaciones de las países del grupo, que critican la «represión sistemática de las voces opositoras», activistas, miembros de la sociedad civil «independiente» y periodistas.
También condenan las acciones «irresponsables» y «desestabilizadoras» de Moscú en la frontera con Ucrania, así como las «acciones maliciosas» del Gobierno ruso para tratar de desestabilizar a terceros países y su uso de la «desinformación».