Alemania califica de "genocidio" la matanza de su ejército colonial en Namibia
«Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común», afirma Heiko Maas
«Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común», ha declarado el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas
Alemania reconoció este viernes de forma oficial como «genocidio» la masacre de decenas de miles de personas de las etnias herero y nama a manos del ejército colonial alemán en la actual Namibia a principios del siglo XX y destinará 1.100 millones de euros para el desarrollo económico del país africano.
El acuerdo alcanzado por los gobiernos de Alemania y Namibia, tras cinco años de difíciles negociaciones, incluye dicho desembolso por parte de Berlín pero no compensaciones individuales a los descendientes de los damnificados, una decisión no exenta de polémica.
El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, calificó de «gran éxito» dicho acuerdo.
«Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común«, aseguró Maas en una declaración institucional.
El objetivo de las negociaciones, explicó el ministro, era encontrar un «camino común» hacia una «verdadera reconciliación en la memoria de las víctimas», ya que las relaciones bilaterales entre ambos países estaban lastradas «desde hacía tiempo» por esta cuestión.
«A la luz de la responsabilidad histórica y moral de Alemania, pediremos perdón a Namibia y los descendientes de las víctimas«, agregó el jefe de la diplomacia alemana.
Maas señaló que el «reconocimiento de la culpa» y la «petición de perdón» es un «paso importante», aunque se dijo consciente de que una reconciliación verdadera «no se puede decretar», como tampoco a raíz de este acuerdo se puede dar el asunto por zanjado.
Revisar los delitos cometidos de esta forma contribuirá no obstante a construir de forma conjunta el futuro, afirmó el ministro de Exteriores.
POLÉMICA POR LA COMPENSACIÓN ECONÓMICA
Como «gesto de reconocimiento» ante el «incalculable dolor» causado por el ejército imperial alemán, argumentó el ministro de Exteriores, Alemania ha puesto en marcha un «sustancioso programa» de 1.100 millones de euros «para la reconstrucción y apoyar el desarrollo» económico en el país africano.
Los representantes de los herero y los nama, que estuvieron en contacto estrecho con el negociador namibio (pero no participaron directamente en las conversaciones), exigían indemnizaciones individuales, a lo que Berlín se negó desde el principio. Esto imposibilitó durante un tiempo el acuerdo.
El Gobierno alemán abogaba a cambio por diseñar un programa de inversiones en las tierras que tradicionalmente habitaban estas dos etnias y que nunca se recuperaron totalmente tras el dominio colonial alemán.
Berlín no quería que se emplease el término reparaciones por crímenes de guerra, pues eso podía abrir la puerta a una cadena de demandas individuales. Buscaba cerrar la derivada económica de este asunto con el acuerdo intergubernamental.
Medios alemanes avanzaron ya hace dos semanas que el acuerdo estaba próximo e informaron de los planes para que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, viaje a Namibia y participe en un acto conmemorativo en el Parlamento nacional, en donde pedirá formalmente perdón en nombre de su país.
En noviembre de 2019 el Parlamento alemán utilizó por primera vez la palabra «genocidio» para referirse a esta masacre.
Los historiadores calculan que entre 1904 y 1908 tropas del emperador alemán Guillermo II masacraron a aproximadamente 65.000 herero (de un total de unos 80.000 individuos) y 10.000 nama (de unos 20.000), después de que se alzaran contra el dominio colonial alemán.
El plan de exterminio sistemático de hombres, mujeres y niños -por las armas, a través del abandono en el desierto o el internamiento en campos de concentración- prefiguró otras limpiezas étnicas del siglo XX.