El primer ministro de Países Bajos asegura que "Hungría ya no tiene cabida en la UE"
«Me avergüenzo, me avergüenzo cuando me siento a la mesa con él», dijo Rutte
«Me avergüenzo, me avergüenzo cuando me siento a la mesa con él», dijo Rutte
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, dijo este jueves que Hungría «ya no tiene cabida en la Unión Europea», tras la ley aprobada por el Parlamento en Budapest que prohíbe hablar de la homosexualidad en las escuelas o los medios de comunicación.
«Para mí, Hungría ya no tiene cabida en la UE», dijo Rutte a su llegada a la cumbre que los Jefes de Estado y de Gobierno iniciaron este jueves en Bruselas y en el que la ley húngara centrará parte de los debates de la cena.
Países Bajos ha sido uno de los diecisiete países, entre los que está España, que han enviado una carta a los presidente de las tres instituciones comunitarias defendiendo los valores de respeto a la diversidad en la UE.
«Me avergüenzo, me avergüenzo cuando me siento a la mesa con él», dijo Rutte en referencia al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. No obstante, reconoció que él no puede «expulsar» a Hungría por su cuenta de la UE, «ni siquiera los otros 26 Estados miembros» pueden hacerlo, añadió. «Eso es algo que tiene que hacerse paso a paso y mientras tanto esperas que se adapten» a los valores europeos, señaló en referencia al artículo dos del Tratado de Lisboa de la UE.
Por su parte, Orbán rechazó las críticas a la ley y aseguró que él es un «defensor» de los derechos de los homosexuales. «No tenemos ese tipo de ley (contra los homosexuales). Tenemos una ley sobre la defensa de los derechos de los niños y los padres», declaró a su llegada a la cumbre, rechazando hablar del tema durante la reunión.
Orban dijo que los que critican la controvertida norma «no la han leído» y se mostró «dispuesto a hablar con quien sea que haya respetado a Hungría sobre esta nueva ley», incluida la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pese a que la víspera esta consideró que la normativa aprobada es «una vergüenza».