Irán asegura que responderá ante la presión internacional por el ataque a un buque
Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía han secundado las acusaciones de Israel de que el Gobierno iraní está detrás de la agresión al barco
Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía han secundado las acusaciones de Israel de que el Gobierno iraní está detrás de la agresión al barco
Irán negó hoy estar implicado en el ataque cometido el pasado 29 de julio contra un buque cisterna de propiedad israelí cuando se encontraba frente a la costa de Omán y advirtió de que responderá con firmeza a cualquier movimiento contra sus intereses nacionales, ante el aumento de la presión internacional.
Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía han secundado las acusaciones de Israel de que el Gobierno iraní está detrás de la agresión al barco «Mercer Street», de propiedad japonesa pero operado por una empresa del multimillonario israelí Eyal Ofer.
El ataque, que fue perpetrado por un dron, causó la muerte de dos miembros de la tripulación – un ciudadano rumano y otro británico-, cuyos países convocaron hoy a los embajadores iraníes en Londres y Bucarest.
RESPUESTA «FIRME E INMEDIATA»
«La República Islámica de Irán no duda en proteger su seguridad y sus intereses nacionales y responderá de modo inmediato, fuerte y firme a cualquier posible acto de aventurerismo», dijo el portavoz iraní de Exteriores, Said Jatibzadeh.
El portavoz calificó de «infundadas y provocadoras» las acusaciones sobre la autoría iraní del ataque y urgió a los países implicados a presentar pruebas.
«En un claro sesgo político, hacen acusaciones falsas contra la República Islámica de Irán. En caso de que estos países tengan algún documento para demostrar sus afirmaciones infundadas, lo deben presentar», subrayó Jatibzadeh.
Además, denunció que esos mismos países que ahora acusan a Irán «guardaron silencio ante los sabotajes terroristas contra buques mercantes iraníes en el Mar Rojo y aguas internacionales», de los que Teherán responsabilizó a Tel Aviv.
En los últimos meses se han registrado numerosos ataques contra buques israelíes e iraníes en el marco de la guerra encubierta que libran los dos países, que también ha incluido sabotajes a instalaciones nucleares de Irán.
Israel ve a Teherán como una amenaza existencial, bombardea intermitentemente las posiciones de milicias iraníes o aliadas en Siria y se opone a las actuales negociaciones para rescatar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán.
Tras el ataque al «Mercer Street», el ministerio de Exteriores de Israel inició una serie de contactos para lograr «una respuesta internacional y efectiva» a lo que considera «terrorismo iraní».
La maniobra dio pronto sus frutos. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, indicó ayer, domingo, que EEUU «está seguro de que Irán perpetró el ataque» y está trabajando con sus socios para «considerar los pasos a seguir» y determinar la «respuesta adecuada».
CONDENA INTERNACIONAL Y POSIBLES REPRESALIAS
«No hay justificación alguna para este ataque, que sigue un patrón, y otros comportamientos belicosos. Estos actos amenazan la libertad de navegación, así como el comercio internacional y las vidas de quienes están en los barcos», manifestó Blinken.
Por su parte, el Gobierno británico consideró «altamente probable» que Irán sea el responsable y busca con sus aliados a nivel internacional consensuar «una respuesta concertada» al ataque, que tildó de «ilegal, despiadado y deliberado».
En un primer paso, el Ministerio británico de Asuntos Exteriores convocó este lunes al embajador iraní en el Reino Unido, Mohsen Baharvand, para exigir que Teherán suspenda «acciones» que pongan en peligro la seguridad internacional.
La misma medida adoptó también hoy el ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía, que afirmó que «se reserva el derecho de actuar en consecuencia».
En reciprocidad, el ministerio de Exteriores de Irán expresó ante el encargado de negocios británico y el embajador rumano en Teherán su protesta por las acusaciones «apresuradas y sin evidencias» de sus países y reiteró que la política iraní es «defenderse y dar una respuesta decisiva, oportuna y adecuada» de ser necesario.
Tanto EEUU como el Reino Unido han protagonizado encontronazos con Irán en el golfo Pérsico. En el verano de 2019, los iraníes derribaron un dron estadounidense por supuestamente violar su espacio aéreo y detuvo a un petrolero británico en represalia por la confiscación en Gibraltar de otro iraní.
Ahora, la tensión ha vuelto a escalar, aunque una fuente oficial de seguridad iraní citada por la televisión estatal indicó que la República Islámica considera «las amenazas de los funcionarios occidentales y los del régimen sionista (Israel) como propaganda».
No obstante, se mantiene alerta ante la posibilidad de que las palabras se tornen en hechos y hace responsables a Washington y Londres de las eventuales «consecuencias».