Aumenta la preocupación en la ONU por la situación en Bielorrusa tras encontrar a un disidente bielorruso ahorcado
Shishov era líder de la organización humanitaria Casa de Bielorrusia en Ucrania (BDU), con la que ayudaba a los bielorrusos que habían escapado de su país
Shishov era líder de la organización humanitaria Casa de Bielorrusia en Ucrania (BDU), con la que ayudaba a los bielorrusos que habían escapado de su país
La muerte del disidente bielorruso Vitali Shishov, al que se encontraron ahorcado en un parque de Kiev, ciudad en la que vivía, aumenta la inquietud de la ONU sobre el deterioro de los derechos humanos en Bielorrusia, dijo este martes una portavoz de la organización.
Este hecho «añade otra capa a nuestras preocupaciones» sobre una situación que «claramente se está deteriorando en Bielorrusia», sostuvo la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, quien aclaró que esta declaración no presupone el establecimiento de un nexo entre el Gobierno bielorruso y la muerte de Shishov.
Sostuvo que la situación de Bielorrusia «en general es preocupante», con la intimidación permanente de organizaciones civiles, de periodistas y activistas que trabajan por la defensa de las libertades.
El Gobierno «debe parar de intimidar a cualquiera que expresa una opinión diferente y pedimos la libertad inmediata de todos los que han sido detenidos arbitrariamente», dijo Hurtado.
Miles de ciudadanos fueron detenidos por salir a protestar durante meses y de forma pacífica en diversas ciudades del país contra el supuesto resultado de las elecciones presidenciales de hace un año, en las que Alexandr Lukashenko fue declarado ganador por un amplio margen, en unos comicios calificados de fraudulentos por la oposición y numerosos países occidentales.
La portavoz dijo que las autoridades de Ucrania deben realizar una investigación amplia e independiente sobre la muerte de Shishov, quien era líder de la organización humanitaria Casa de Bielorrusia en Ucrania (BDU), con la que ayudaba a los bielorrusos que habían escapado de su país.
Sus compañeros habían denunciado que no sabían nada de él desde la mañana de este lunes, cuando no regresó a su casa después de salir a correr. El activista les había comentado hace unos días que se sentía vigilado y que desconocidos habían intentado trabar conversación con él.
La semana pasada se confirmó que el régimen bielorruso había desmantelado al menos 56 oenegés como parte de su política de persecución contra organizaciones de la sociedad civil.
Fuente: EFE