Crisis en el kirchnerismo: el Gobierno argentino se resquebraja tras la derrota electoral
El área económica del Ejecutivo es una de las más cuestionadas, al debatirse entre la disciplina fiscal y el apoyo a las clases populares
El área económica del Ejecutivo es una de las más cuestionadas, al debatirse entre la disciplina fiscal y el apoyo a las clases populares
La derrota sufrida por el kirchnerismo en Argentina en las primarias legislativas del pasado domingo derivó en una crisis en el seno del Gobierno de Alberto Fernández, que eclosionó este miércoles con la decisión de varios ministros de poner su renuncia a disposición del jefe del Estado.
Según confirmaron fuentes oficiales, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, y al menos otros cuatro ministros, todos ellos integrantes del ala oficialista del Gobierno, liderada por la expresidenta y actual vicepresidenta, Cristina Fernández, pusieron su dimisión a consideración del presidente.
«Escuchando sus palabras del domingo por la noche, donde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición», escribió De Pedro en la misiva dirigida a Fernández.
Medios locales aseguraron que, además, otros funcionarios kirchneristas de menor rango también han puesto su renuncia a consideración de Fernández. El jefe de Estado aún no ha definido si acepta o no las dimisiones, una encrucijada que podría redifinir completamente un gabinete dividido entre kirchneristas y albertistas.
La gestión económica, cuestionada
Los rumores sobre una eventual renovación del gabinete circulaban desde hace meses, pero el duro revés electoral sufrido por el oficialismo el pasado domingo disparó una nueva ola de versiones sobre supuestas presiones desde el kirchnerismo para hacer cambios en ministerios clave, especialmente en el área económica. Entre los cuestionados por sectores del kirchnerismo está el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien este miércoles encabezó un acto junto a Fernández.
Las críticas apuntan a las acciones de mayor disciplina fiscal adoptadas en los últimos meses por Guzmán, en detrimento de ayudas a sectores vulnerables y una clase media que, tras la severa recesión de 2018-2020, el golpe de la pandemia y tasas de inflación elevadísimas, han visto recortado su poder adquisitivo, factores que, según interpretan, afectaron el desempeño del oficialismo en las urnas.
Una de las figuras centrales del kirchnerismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, había dicho este martes que el Gobierno debía abocarse ahora a recomponer los ingresos, sobre todo de los sectores más golpeados.
Eso implicaría un relajamiento fiscal difícil de gestionar en momentos en que el propio Guzmán negocia contrarreloj un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas por 45.000 millones de dólares (unos 38.074 millones de euros).
Fuente: EFE.