Francia, obligada a aumentar la seguridad en las iglesias durante la Navidad ante la amenaza terrorista
El ministro del Interior francés ha ordenado un despliegue de fuerzas del orden para garantizar la seguridad de los fieles católicos
El ministro del Interior francés ha ordenado un despliegue de fuerzas del orden para garantizar la seguridad de los fieles católicos
A Francia se la ha conocido durante siglos por ser «la hija primogénita de la Iglesia». Sin embargo, en 2021, los católicos de uno de los países más tradicionalmente cristianos de Europa y del mundo necesitan ser escoltados por la policía para participar en sus cultos habituales.
Así ha sucedido estos días de Navidad. El Ministerio del Interior francés ha reforzado la seguridad de los lugares de culto porque, en palabras de su responsable, Gérald Darmanin, la amenaza terrorista «es actualmente importante y puede golpear en cualquier momento».
El despliegue de fuerzas de seguridad ordenado por el Gobierno de Emmanuel Macron no se ha llevado a cabo por capricho. Sin ir más lejos, en octubre de 2020, un hombre de 21 años y de origen tunecino, mató a tres personas en la basílica de Notre-Dame de Niza al grito de «¡Allahu Akbar!» (Alá es el más grande). Cuatro años antes, en julio de 2016, dos terroristas del autoproclamado Estado Islámico degollaron al sacerdote católico Jacques Hamel, de 85 años.
Pero no hace falta irse tan lejos. El pasado 8 de diciembre, tuvo lugar en Nanterre, cerca de París, una procesión en honor de la Virgen María por la fiesta de la Inmaculada. La treintena de católicos participantes denunciaron haber sido insultados y amenazados por varios individuos. En concreto, les increparon diciéndoles que iban a «degollarlos en nombre del Corán».
Precisamente en fechas significativas para los católicos, como la Navidad o la Semana Santa, la alerta terrorista se intensifica. De ahí que el Ministerio del Interior galo haya optado por aumentar la seguridad. Todo se enmarca en la llamada Operación Centinela, dependiente del Ministerio de Defensa francés y que desde 2015 mantiene desplegados a 10.000 soldados y 4.700 agentes de Policía y Gendarmería para garantizar la seguridad de los ciudadanos.