Los corresponsales en China denuncian las "formas de intimidar" del Gobierno comunista: amenazas, acoso y obstáculos
Numerosos reporteros y medios han decidido abandonar el país debido al «acoso y vigilancia al que son sometidos por parte de las autoridades locales»
Numerosos reporteros y medios han decidido abandonar el país debido al «acoso y vigilancia al que son sometidos por parte de las autoridades locales»
Los periodistas extranjeros en China se enfrentan a «una cantidad de obstáculos sin precedentes» entre los que se encuentran «amenazas de acciones legales» y «campañas de acoso», según el informe anual del Club de Corresponsales de Prensa Extranjera en China (FCCC).
En China, «la libertad de prensa se está deteriorando a una gran velocidad», según el informe publicado este lunes. El Estado chino «ha encontrado nuevas formas de intimidar a los corresponsales extranjeros», entre las que se incluyen las amenazas de acciones legales por parte de «fuentes que habían dado su consentimiento expreso a una entrevista».
Esta estrategia es considerada «alarmante» por el FCCC ya que a «los extranjeros que son parte de demandas legales» puede prohibírseles la salida del país y supone «un paso más allá» con respecto a las medidas tradicionales de «accesos restringidos» y de «problemas con permisos y visados», explica uno de los reporteros encuestados. El informe cita los casos de la australiana Cheng Lei, que trabajaba para el canal estatal chino CGTN, y Haze Fan, una empleada china del medio estadounidense Bloomberg, que llevan detenidas más de un año sin que las autoridades hayan detallado los cargos relacionados con la seguridad nacional de los que se les acusa.
El 99% de los reporteros extranjeros en el país asiático aseguraron en una encuesta que las condiciones en las que trabajan «no están a la altura de los estándares internacionales» y el 62 % afirma «haber sido obstruidos por policías u otros funcionarios» durante su trabajo. Dado el deterioro de las condiciones y los riesgos legales, reporteros y medios han diseñado «planes de salida de emergencia» y numerosos corresponsales han decidido directamente abandonar el país debido al «acoso y vigilancia al que son sometidos por parte de las autoridades locales».
El informe también hace referencia a un «entorno de trabajo hostil» causado en parte por las campañas de acoso a reporteros internacionales en redes sociales, las cuales han sufrido aproximadamente el 25 % de los encuestados. Medios como los británicos BBC y The Economist han sido señalados en el último año por las autoridades chinas, lo que ha provocado el abuso de sus trabajadores en el país asiático, especialmente de «las reporteras de origen asiático», y amenazas de violencia física y sexual.
El FCCC menciona el caso de las inundaciones del pasado verano en la provincia central de Henan que causaron más de 300 muertos y en cuya cobertura reporteros occidentales fueron hostigados por la población local después de que cuentas oficiales del Partido Comunista Chino en redes sociales pidieran a la población «buscar a reporteros de la BBC» y «alertar a las autoridades» cuando los encontrasen.
El trabajo de los corresponsales extranjeros en la región occidental de Xinjiang, poblada parcialmente por minorías étnicas musulmanas, fue «particularmente difícil» durante el pasado año: el 88 % de los encuestados que viajaron a Xinjiang afirman que funcionarios locales los siguieron «visiblemente» y el 34 % recibieron órdenes por parte de las autoridades de borrar contenido audiovisual tomado en la región.
La estrategia china de cero covid tampoco facilita la labor de los periodistas foráneos ya que «instituciones tanto públicas como privadas» continúan citando «medidas de prevención contra la pandemia» como una «supuesta razón para rechazar entrevistas o prohibir el acceso a reporteros, explicó el informe.
Fuente: EFE