'Culiacanazo': el día que el embajador mexicano en España y Obrador se rindieron ante el 'narco'
Sin experiencia diplomática alguna, Quirino Ordaz será el nuevo embajador en Madrid. Su discutida gestión como gobernador del estado de Sinaloa le persigue
Se conoce como el Culiacanazo. Es el día más negro en la gestión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. Y la historia de un bochorno nacional que también persigue al nuevo embajador mexicano en España, Quirino Ordaz Coppel. Era el gobernador del estado de Sinaloa aquel 17 de octubre de 2019. El Ejército mexicano, por instrucciones del Ejecutivo de López Obrador, desarrolló a plena luz del día un enorme operativo en la ciudad sinaloense de Culiacán para detener a uno de los hijos del ‘Chapo’ Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa. El desenlace terminó siendo un estrepitoso fracaso.
El municipio se convirtió en zona de guerra durante horas. Comandos armados del cártel tomaron las calles y atemorizaron a la población. López Obrador y Ordaz terminarían replegando a las fuerzas de seguridad federales y estatales. Para evitar un mayor derramamiento de sangre, el presidente mexicano acabó ordenando la puesta en libertad de Ovidio Guzmán. A Quirino Ordaz se le criticó por haberse escondido y cedido ante el poder del narcotráfico. Aquella historia unió a ambos políticos para siempre a pesar de que Ordaz pertenecía al partido mayoritario de la oposición, el PRI. Ahora el López Obrador «premia» al exgobernador con la Embajada de México en España, en un momento en que las relaciones bilaterales no pasan precisamente por su mejor momento.
«Ordaz Coppel no tiene ninguna experiencia diplomática. Su nombramiento es una muestra de que el presidente no tiene un proyecto de política exterior y responde a una lógica de política interna», indica Agustín Gutiérrez Canet, embajador de carrera retirado y periodista en activo. «No ha sido nombrado para superar la crisis diplomática abierta a raíz de los ataques de López Obrador a España», añade en declaraciones a THE OBJECTIVE.
Las embajadas como ‘premio’
Distintos analistas mexicanos coinciden con la visión de Gutiérrez Canet, que trabajó como Ministro Consejero en la embajada mexicana en Madrid en los años noventa. Además de Ordaz, López Obrador ha nombrado como embajadores o cónsules a otros priistas que fungían como gobernadores en tres estados (equivalente a comunidades autónomas en España) que eran bastiones históricos del PRI y en los que MORENA, el partido de López Obrador, logró la victoria en las elecciones regionales de 2021.
Quirino Ordaz ocupará la Embajada en Madrid en cuanto reciba la aprobación del Senado mexicano, controlado por MORENA. La exgobernadora de Sonora Claudia Pavlovich será cónsul en Barcelona y el exgobernador de Campeche Carlos Martínez Aké irá a la Embajada mexicana en República Dominicana. Los tres, ahora expulsados por el PRI, facilitaron la transición de poder a MORENA en sus respectivos estados.
«Es una enorme contradicción. Cuando López Obrador ganó las elecciones dijo que iba a respetar a los diplomáticos de carrera y que no iba a favorecer a políticos y amigos en las embajadas, como habían hecho los gobiernos anteriores. Ahora lo que está haciendo es priorizar la lógica partidista por encima de la política exterior», señala Gutiérrez Canet.
Perfil del nuevo embajador mexicano
Este veterano diplomático en retiro destaca la gran indignación que han suscitado en México estos nombramientos de expolíticos como embajadores, incluido Quirino Ordaz. «No tienen el nivel para representar a México dignamente», indica Gutiérrez Canet. Más allá de su pasado como gobernador en Sinaloa, el futuro embajador mexicano en España es dueño de varios hoteles de lujo en la ciudad de Mazatlán. Millonario y empresario, último eslabón de una estirpe de políticos priistas, carece de experiencia diplomática.
La tardanza del Gobierno español en conceder el beneplácito a Ordaz como Embajador ha puesto de manifiesto el distanciamiento actual entre los Ejecutivos de ambos países desde que el presidente mexicano exigió una disculpa por la conquista, como ya adelantó este diario. «El desastre de la relación con España ha sido propiciado por el propio presidente de México. Ahora dice que Quirino Ordaz Coppel va a recomponer la relación con España, pero carece de experiencia diplomática», concluye Gutiérrez Canet.