Una multitud ha matado a pedradas en el sur de Pakistán a un hombre que padecía una enfermedad mental y que había sido acusado de blasfemia, en un nuevo incidente relacionado con las actuaciones de los llamados «vigilantes contra la blasfemia» en el país.
El incidente tuvo lugar en el distrito de Janewal, provincia de Punyab, donde unas 300 personas lapidaron al individuo el sábado por la noche antes de colgar su cuerpo de un árbol tras denunciar que había quemado páginas del Corán, el libro sagrado del Islam.
Al menos tres agentes de Policía resultaron heridos cuando intentaban detener el linchamiento, según las autoridades, pero fuentes locales han asegurado al diario paquistaní Tribune que los agentes expulsaron al hombre de la comisaría donde estaba refugiado para impedir que la turba dirigiera su ira contra ellos.
«Estamos arrestando a personas que participaron en el linchamiento», se ha limitado a asegurar este domingo a DPA el portavoz policial Muhamad Arshad.
El fallecido era residente de un pueblo cercano y había estado desaparecido durante los últimos tres meses.
La blasfemia es un tema extremadamente delicado en Pakistán y los acusados acaban convertidos en objetivos de los grupos de vigilantes musulmanes extremistas. En algunos casos, han sido tiroteados, quemados vivos o apaleados hasta la muerte.