Un tribunal federal de EEUU reanuda el juicio por crímenes de guerra contra Jalifa Haftar
Se le señala en la denuncia como responsable de «cometer o presidir actos de tortura, ejecuciones extrajudiciales, tratos crueles y degradantes y encarcelamiento»
Un tribunal federal de Estados Unidos ha accedido a la petición de los demandantes de reanudar el juicio por crímenes de guerra contra el dirigente militar libio Jalifa Haftar, interrumpido debido a las elecciones que debían celebrarse el 24 de diciembre del año pasado.
El presidente de la Fundación Democracia y Derechos Humanos, Emadeddin Muntasser, ha explicado que el tribunal ha fijado el 10 de junio como fecha tope para los interrogatorios y el 16 de junio para la vista final. Además, ha advertido de que suspenderá el proceso si se produce cualquier tipo de interferencia política, según recoge el portal libio Libya Observer.
El viernes se celebró una sesión a petición del abogado del demandante Alí Hamza para reconsiderar la suspensión, ha explicado Muntasser. En la misma se explicaron las dificultades para que se celebren elecciones en 2022, tales como la prórroga del periodo de transición aprobada por el Parlamento o la elección de un nuevo primer ministro.
Por ello, aplazar el juicio hasta que haya estabilidad política en Libia, hace que se prorrogue la posibilidad de que se haga justicia y pidió así la reanudación del mismo.
El Departamento de Justicia de EEUU lleva meses preparando un caso contra Haftar a petición de organizaciones como la Fundación para la Democracia y los Derechos Humanos de Libia, así como ciudadanos a título personal.
En este sentido, la corte federal de Virginia ha ordenado a Haftar que pague un montante de 5.000 dólares a los abogados de los denuciantes por demorar la comparecencia para el interrogatorio, según fuentes de la cadena Libya Panorama Channel (LPC).
Existe, por ejemplo, una demanda de dos familiares de sus presuntas víctimas es un intento de responsabilizarle de los crímenes que se le acusa como jefe del Ejército Nacional Libio, la mayor fuerza militar en el este del país, que desde 2014 permanecía en conflicto con las autoridades de Trípoli.
A Haftar se le señala en la denuncia como responsable de «cometer o presidir actos de tortura, ejecuciones extrajudiciales, tratos crueles y degradantes y encarcelamiento», así como instigador de una hambruna en la población civil durante el asedio entre 2016 y 2017 a la localidad de Benghazi.
Dado que ahora mismo no hay tribunales independientes funcionales en Libia y el Tribunal Penal Internacional no ha presentado cargos, el tribunal de Virginia parece tener toda la legitimidad para iniciar el proceso contra el mariscal, ya que Haftar es ciudadano estadounidense y tiene propiedades allí junto a dos de sus hijos, Sadam y Jalid, desde 1987, año en el que protagonizó un enfrentamiento con el entonces líder absoluto del país, el sátrapa Muamar Gadafi.