Francia propone una «autonomía» para Córcega tras los disturbios en la isla
Según un sondeo reciente de Ifop, un 60% de franceses rechazan la independencia de Córcega, pero un 53% está a favor de una mayor autonomía
Francia ha expresado este miércoles su disposición a negociar una «autonomía» para Córcega, una propuesta acogida con cautela por los políticos locales tras dos semanas de tensión en la isla y que ha generado polémica a 25 días de la elección presidencial.
«Estamos dispuestos a llegar hasta la autonomía» para Córcega, ha dicho el ministro del Interior, Gérald Darmanin, al diario Corse-Matin. «La pregunta es saber qué es esta autonomía. Tenemos que discutirlo. Y esto tomará tiempo», ha precisado.
El presidente del Gobierno regional, el nacionalista Gilles Simeoni, ha asegurado a la AFP que las «palabras» del ministro son «importantes y abren una perspectiva», pero le ha urgido ahora a concretizarlas.
Darmanin, a petición del Gobierno francés, ha llegado este miércoles en la tarde a la isla para abordar la cuestión del «futuro» de Córcega, tras una serie de manifestaciones y disturbios por el brutal ataque a un independentista corso preso.
El 2 de marzo, un preso de la cárcel de Arles, presentado como «yihadista», intentó asfixiar a Yvan Colonna, el más famoso de los activistas corsos y condenado por el asesinato del prefecto Claude Erignac en 1998.
La agresión puso de nuevo sobre la mesa una serie de reivindicaciones de los nacionalistas corsos como una mayor autonomía política, el acercamiento de presos a cárceles de la isla, el reconocimiento del pueblo o la lengua corsos.
Y despertó al Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC). Este movimiento clandestino, que depuso oficialmente las armas en 2014, amenazó con retomar la lucha por el «desprecio» de París a las aspiraciones del pueblo corso.
«Cínico clientelismo»
La visita de dos días de Darmanin llega en la recta final del primer mandato del presidente Emmanuel Macron. El centrista opta a su reelección en los comicios del 10 y 24 de abril y aparece como el gran favorito.
En la entrevista el martes a Corse-Matin, el ministro del Interior ha avanzado que el candidato Macron precisará próximamente sus planes para la isla, pero la propuesta de llegar «hasta la autonomía» le ha valido las críticas de sus principales rivales.
«Me niego a que el cínico clientelismo de Emmanuel Macron rompa la integridad del territorio francés: Córcega debe seguir siendo francesa», ha tuiteado la ultraderechista Marine Le Pen, justo detrás del presidente en los sondeos.
Sus rivales lo acusan además de «ceder a la violencia». Disturbios en Bastia dejaron el domingo 102 heridos, entre ellos 77 agentes, y, este miércoles, varios edificios públicos permanecían ocupados, pero de manera «pacífica», ha precisado Simeoni.
Según un sondeo reciente de Ifop, un 60% de franceses rechazan la independencia de Córcega, pero un 53% está a favor de una mayor autonomía, incluso con competencias para legislar.
En un país menos descentralizado que sus vecinos España o Alemania, Córcega posee desde los años 90 un estatuto particular, similar al de los territorios franceses en el Caribe –Guadalupe y Martinica– y a Mayotte, en el Índico.
Autonomía como las Azores
Desde enero de 2018, Córcega está considerada como colectividad territorial, que aúna las funciones departamentales y regionales, y gestiona nuevas competencias como el deporte, transportes, cultura y medio ambiente.
Sin embargo, los dirigentes nacionalistas, en el poder desde 2015, van más allá y piden entre otras propuestas un estatuto residente para adquirir bienes en la turística isla y un mayor margen de maniobra fiscal.
Simeoni ha puesto como ejemplo el «logrado estatuto de autonomía» del archipiélago portugués de las Azores, en el Atlántico, al contar con «competencias exclusivas (…) en los principales ámbitos de la vida cotidiana».
Antes del diálogo, París tomó algunas decisiones simbólicas para calmar los ánimos, pero claves para una isla que durante cuatro décadas estuvo sacudida por los atentados del FLNC.
El primer ministro francés, Jean Castex, allanó el camino al traslado a cárceles de Córcega de Colonna y de otros presos corsos; y Darmanin reconoció parte de responsabilidad del Estado francés en la agresión.