Austria se desmarca de Finlandia y Suecia y rechaza ingresar en la OTAN
Motivos históricos y el rechazo de su sociedad civil llevan a Viena a no alinearse con el bloque atlántico
Motivos históricos y el rechazo de su sociedad civil llevan a Viena a no alinearse con el bloque atlántico
La invasión rusa de Ucrania ha derivado en las últimas semanas en un importante movimiento geopolítico, la petición de admisión en la OTAN de Finlandia y Suecia, culminado este miércoles. Ambos países nórdicos han roto con una política de no alineación que duraba ya décadas para sumarse a la Alianza Atlántica ante lo que consideran un cambio de paradigma por parte de Rusia.
Sin embargo, otro país tradicionalmente neutral se ha desmarcado del movimiento de Helsinki y Estocolmo. Hablamos de Austria, cuyo canciller, Karl Nehammer, afirmó de forma clara este miércoles que su Gobierno «no se plantea» un potencial ingreso del país en la Alianza. Nehammer explicó que Austria tiene «una historia diferente» a la de Finlandia y Suecia que le lleva a no buscar una confrontación diplomática directa con Rusia.
Uno de los principales factores que explican esta postura tiene que ver con la opinión de los propios austriacos, que, según el último sondeo publicado por la agencia de noticias APA, solo apoyan en un 14% el ingreso en la OTAN. Con todo, un 83% de los ciudadanos ve con buenos ojos que su gobierno coordine su política de defensa con la Unión Europea.
La postura de Austria respecto a Ucrania es la de proporcionarle armamento no letal y material defensivo. «Austria es completamente solidaria con Ucrania», afirmó el canciller este miércoles.