China advierte a Biden de que está «jugando con fuego» con su compromiso con Taiwán
«China adoptará medidas firmes para salvaguardar su soberanía y sus intereses de seguridad», ha advertido Zhu
El Gobierno chino ha advertido este lunes al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que está «jugando con fuego» con su apoyo compromiso de intervención militar en el caso de producirse una invasión china en la isla de Taiwán.
«Los últimos movimientos estadounidenses sobre Taiwán van en contra del principio de Una China e incrementan la tensión en el estrecho de Taiwán. Esto no es distinto a jugar con fuego y es algo muy peligroso«, ha afirmado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhu Fenglian, según recoge la agencia de noticias china Xinhua.
Por ello, Pekín insta a Washington a «atenerse al principio de Una China y a las estipulaciones de los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses» para «evitar enviar señales equivocadas sobre la independencia de Taiwán a las fuerzas separatistas».
Además, emplaza a Estados Unidos a «cesar de inmediato en las injerencias en los asuntos internos chinos o de lo contrario podrían resultar dañadas las relaciones China-EEUU, así como la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán».
«China adoptará medidas firmes para salvaguardar su soberanía y sus intereses de seguridad», ha advertido Zhu.
Este lunes el presidente de Estados Unidos ha advertido de que Washington respondería militarmente si China ataca Taiwán y recalcado que Pekín «no tiene jurisdicción» para «tomar Taiwán por la fuerza».
Biden: «Están flirteando con el peligro»
Biden ha comparado una potencial invasión de Taiwán por parte de China con la ofensiva rusa contra Ucrania y ha alertado de que «dislocaría toda la región». En este sentido, ha dicho que Pekín «está ya flirteando con el peligro con sobrevuelos tan cercanos y todas las maniobras que está llevando a cabo».
Tras la guerra en la que el Partido Comunista Chino tomó el poder en 1949, el bando derrotado, el partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai Shek, quedó aislado en la isla de Taiwán, por lo que Pekín considera que la isla le pertenece pese a que ésta ha declarado su independencia.
Los vínculos entre Taiwán y la China continental solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.