Reino Unido castiga al patriarca Kirill, a quien la Unión Europea perdonó, por apoyar a Putin
A principios de junio, la UE optó por aparcar la propuesta inicial de la Comisión Europea ante las reticencias de Hungría
El Gobierno de Boris Johnson ha anunciado este jueves la imposición de sanciones contra el patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, por su apoyo a la invasión rusa de Ucrania.
El Ministerio de Exteriores del Reino Unido ha indicado que el religioso ha mostrado un «respaldo significativo a la agresión» de Rusia contra el territorio ucraniano y ha manifestado que esta última batería de sanciones tiene como objetivo a aquellos que «facilitan la guerra» del presidente ruso, Vladimir Putin, y que «tanto sufrimiento ha llevado a Ucrania».
En este sentido, la ministra de Exteriores británica, Liz Truss, ha indicado que la lista incluye a aquellos que han participado en el «traslado forzoso y la adopción ilegal de menores» ucranianos, quienes han recibido un «trato barbárico». «No nos cansaremos de defender la democracia y la libertad, y seguiremos presionando a Putin hasta que Ucrania tenga éxito. Los aliados de Putin siguen mirando para otro lado ante los crímenes de guerra», ha asegurado.
Reacción de la Iglesia Ortodoxa Rusa
Por su parte, la Iglesia Ortodoxa Rusa ha tildado de «absurdas» las sanciones contra el patriarca y ha manifestado que «los intentos de intimidarle o hacerle renunciar a sus opiniones carecen de sentido y de perspectiva».
El portavoz de la Iglesia Ortodoxa, Vladimir Legoida, ha indicado en un mensaje de Telegram que las medidas «solo contribuyen a romper la comunicación, ya fuertemente afectada, de la comunidad europea con Rusia».
Además, ha lamentado que el objetivo es «intensificar el conflicto y alejar la paz» mediante la «destrucción de la Iglesia como medio de comunicación necesario».
La UE desestimó castigar al patriarca Kirill
La potencial inclusión del patriarca en la lista de sancionados por la Unión Europea fue objeto reciente de debate en Bruselas, aunque finalmente la UE optó por aparcar la propuesta inicial de la Comisión Europea ante las reticencias de Hungría, que reniega de cualquier tipo de castigo contra líderes religiosos.
Fue a principios de junio cuando Hungría logró que las sanciones europeas por la invasión rusa de Ucrania no incluyeran al patriarca Kirill, después de que los Veintisiete aceptaran esta concesión para desbloquear el sexto paquete que imponía un embargo al petróleo ruso, pero que finalmente no afectará al líder religioso.
El país gobernado por Viktor Orbán mantuvo esta exigencia hasta el final de las negociaciones, pese al acuerdo alcanzado durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que validó el paquete de sanciones en su totalidad, incluido el añadir al máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia.
Era la segunda gran concesión que lograba Budapest en esta ronda de sanciones, después de limitar el veto al crudo ruso solo al suministro que llega por vía marítima. Según cálculos de la Comisión Europea, esto supondrá un embargo inmediato a dos terceras partes del petróleo ruso y permitirá a Hungría, República Checa y Eslovaquia seguir abasteciéndose a través de oleoductos.