Las tropas prorrusas aseguran controlar ya un 30% de Lisichansk, la última ciudad de Lugansk controlada por Kiev
La inteligencia británica sostiene que las fuerzas ucranianas continúan consolidando sus posiciones en Lisichansk tras replegarse de la vecina Severodonetsk, ya bajo control de Rusia
La inteligencia británica sostiene que las fuerzas ucranianas continúan consolidando sus posiciones en Lisichansk tras replegarse de la vecina Severodonetsk, ya bajo control de Rusia
Las tropas separatistas prorrusas consolidaron este martes sus posiciones en los suburbios del sur y sureste de Lisichansk, última ciudad de la región oriental de Lugansk controlada por Kiev, y donde las milicias aseguran haberse hecho con el control del 30% del territorio.
«La lucha por la ciudad continúa desde diferentes direcciones. Nuestra tarea principal es resistir el mayor tiempo posible», señaló el gobernador de la provincia, Serhiy Gaidai.
Según el representante en Rusia de la autoproclamada república popular de Lugansk, Rodión Miroshnik, las tropas prorrusas controlan «actualmente un 30% de Lisichansk» y hay combates en la zona del estadio de Shakhtar de la ciudad.
El gobernador de Lugansk indicó que las fuerzas rusas asaltan Lisichansk desde el sur y suroeste.
Una refinería, centro de las batallas
Hay combates entre Vovchoyarivka y la refinería de petróleo Linik en Verkhnokamyanka.
Las tropas rusas y separatistas han entrado en el territorio de la refinería y expulsan a los soldados ucranianos, aseguró Miroshnik.
Según el Estado General Mayor la «lucha continúa» en torno a la refinería. Un poco más al oeste ya se encuentra la carretera que une Lisichansk con Bajmut, en Donetsk, que el Ejército ruso trata tomar.
Miroshnik aseguró que algunos soldados ucranianos abandonan Lisichansk e intentan abrirse paso hacia Siversk, al oeste y ubicada en la vecina Donetsk, aunque la artillería rusa aniquiló «varias columnas».
La inteligencia británica sostuvo sin embargo este martes que las fuerzas ucranianas continúan consolidando sus posiciones en Lisichansk tras replegarse de la vecina Severodonetsk, ya bajo control de Rusia.
Hasta 15.000 ciudadanos permanecen en la urbe, en la que vivían antes de la guerra casi 100.000.
«La ciudad está siendo destruida todos los días y es extremadamente peligroso para la población local permanecer en Lisichansk», recalcó Gaidai.
La ciudad tiene reservas de alimentos y medicinas para varias semanas, pero en los últimos dos días las autoridades ya no han podido entregar ayuda humanitaria, porque las carreteras están bajo fuego constante.
Minas antipersona
Según Gaidai, las fuerzas rusas siembran además la ciudad con minas mariposa, conocidas en Rusia y Ucrania como minas «pétalo» o «Lepestok»
Andréi Marochko, un oficial de las milicias prorrusas de Lugansk, aseguró sin embargo que es el Ejército ucraniano el que esparce estas minas antipersona en Lugansk.
De acuerdo con el gobernador, los rusos también están lanzando cohetes con cargas de racimo.
En total la víspera hubo una veintena de heridos en Lisichansk, «a muchos de los cuales se les tuvo que amputar las extremidades», dijo.
Kyrylo Tymoshenko, jefe adjunto de la oficina del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, indicó hoy que en las últimas horas murieron 10 personas en Lisichansk.
Gaidai dijo que ocho personas -entre ellas un niño- fallecieron la víspera cuando el Ejército ruso abrió fuego con lanzagranadas contra lugareños que habían salido para reponer agua potable.
Solo en la jornada del lunes algunas áreas de la ciudad fueron bombardeadas varias veces, aseguró.
El mando militar prorruso denunció a su vez que el Ejército ucraniano atacó la localidad de Perevalsk, al oeste de la ciudad de Lugansk, capital de los separatistas desde 2014.
Lo hizo por primera vez en el frente del Donbás con el sistema de lanzamisiles múltiples HIMARS de largo alcance proporcionado por EE.UU. a Kiev, según la Agencia de Noticias de Donetsk.
Intensificación de ataques con misiles
En general, Kiev observa una intensificación de ataques con misiles por parte de Rusia en todos los frentes.
Uno de los más mortíferos se produjo el de la víspera contra un centro comercial en Kremenchuk, en el centro del país y perteneciente a la región de Poltava.
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Según Tymoshenko, en el ataque fallecieron más de 20 personas y 59 resultaron heridas, pero más hay más de 40 denuncias de desaparecidos por parte de familiares.
El ministro del Interior, Denís Monastyrsky, indicó poco después que «no quedan supervivientes».
De acuerdo con el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov, como consecuencia del ataque uno de los misiles destruyó completamente el centro comercial y otro golpeó el estadio de la ciudad.
Rusia alegó hoy que no atacó directamente con misiles el centro comercial, sino un almacén con armas y municiones de EE.UU. y de países europeos, que detonaron y provocaron «un incendio» en ese edificio de tiendas anexo, que además «no estaba funcionando».
Esta afirmación es contraria a la que hizo Zelenski, quien dijo que en el centro se encontraba en torno a un millar de personas.
Este martes, las fuerzas rusas lanzaron además ataques con misiles contra Dnipró, en centro de Ucrania, donde fue golpeado un taller de reparación de vehículos, según el alcalde, Borís Filátov, quien afirmó que hay personas debajo de los escombros.
También cayeron varios misiles sobre Mykolaiv, en el sur, donde quedó destruido un objetivo militar, el estadio de la ciudad e infraestructiras sociales y agrícolas, según la Administración Regional.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó este martes que la guerra podría terminar inmediatamente si Kiev ordenase a los «nacionalistas» deponer las armas y cumpliese todas las condiciones de Moscú.
Fuente: EFE