Bolsonaro insinúa un posible fraude en las elecciones de octubre a fin de favorecer a Lula
El presidente de Brasil ha planteado su desconfianza hacia las urnas electrónicas a unos 40 embajadores extranjeros
El presidente de Brasil ha planteado su desconfianza hacia las urnas electrónicas a unos 40 embajadores extranjeros
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recibió este lunes a unos 40 embajadores extranjeros, a los que expuso su desconfianza en las urnas electrónicas que el país utiliza desde 1996, ahora en ocasión de las elecciones de octubre próximo.
La reunión fue en la residencia de la Presidencia y transmitida por las redes sociales del propio Bolsonaro, quien insistió en su campaña de descalificación del sistema electrónico de votación, que en Brasil no ha sido objeto de una sola denuncia de fraude desde que fue adoptado.
Bolsonaro exhibió documentos de la Policía Federal referidos a una investigación realizada unos meses antes de las elecciones de 2018 debido a unos supuestos ataques de piratas informáticos al sistema. La Justicia electoral y la propia Policía Federal concluyeron que el intento de invasión no tuvo éxito y que no influyó en nada en los comicios de ese año, en los que Bolsonaro fue elegido presidente en segunda vuelta, aunque él sostiene que ganó en la primera.
En su exposición ante los diplomáticos, no obstante, insistió en que las elecciones de 2018 «no fueron totalmente transparentes«, en que la investigación sobre lo que ocurrió ese año «no fue concluida» y en que el sistema de votación brasileño «no es auditable».
También citó unas supuestas irregularidades ocurridas en 2014, cuando la entonces presidenta Dilma Rousseff fue reelegida por un margen de tres puntos porcentuales frente al socialdemócrata Aécio Neves. Asimismo, reiteró sus críticas al Tribunal Superior Electoral (TSE) y citó que algunos de sus miembros integran también la Corte Suprema y «le devolvieron los derechos políticos» al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre próximo.
Aludió así una sentencia del Supremo que, a inicios de 2021, anuló las condenas que pesaban contra Lula por supuesta corrupción por inconsistencias jurídicas detectadas en los procesos. Bolsonaro volvió a insinuar, además, que algunos de los miembros de la Justicia electoral y el Supremo tienen «claros vínculos» con «la izquierda», por lo que puso en duda su «imparcialidad».
El líder de la derecha hizo un repaso de sus iniciativas para dotar de «transparencia» al proceso, pero dijo que el TSE no aceptó ninguna de sus sugestiones, planteadas incluso a través de las Fuerzas Armadas, que integran una comisión asesora de ese organismo.
Entre ellas, citó una propuesta para que, junto con las urnas electrónicas, se utilicen también papeletas, a fin de comparar los resultados y garantizar la «fiabilidad» del proceso, pese a que esa sugestión fue rechazada de plano por el Parlamento.
Bolsonaro no lo dijo directamente, pero volvió a aludir a una presunta posibilidad de que esté en preparación un fraude para las elecciones de octubre a fin de favorecer a Lula, quien según todas las encuestas tiene una intención de voto cercana al 45%, frente al 30 % que se le atribuye al actual mandatario.
También reiteró que, frente a una «probable manipulación» de los votos, su ministro de Defensa, general Paulo Sergio Nogueira, volvió a plantear la posibilidad de las papeletas la semana pasada, durante una comparecencia ante una comisión del Senado. Sin embargo, el TSE ya aclaró que eso no está contemplado en la legislación en vigor, según la cual todo cambio que afecte unas elecciones debe ser aprobado un año antes de su celebración.
«Queremos paz y tranquilidad, pero tres personas, apenas tres personas (en alusión a miembros del TSE) quieren traer inestabilidad a nuestro país, no aceptan nada, ninguna sugestión» y «no quieren perfeccionar el sistema» de votación, concluyó Bolsonaro.
Fuente: EFE