El Gobierno de Nicaragua ordena el cierre de seis emisoras católicas
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica del país han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica del país han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años
El Gobierno del presidente Daniel Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó este lunes el cierre de seis emisoras católicas, en medio de roces del Ejecutivo con la Iglesia católica.
Las emisoras afectadas son Radio Hermanos, Radio Nuestra Señora de Lourdes, Radio Nuestra Señora de Fátima, Radio Alliens, Radio Monte Carmelo, y Radio San José, que operan en municipios del norte de Nicaragua, informó la Diócesis de Matagalpa (norte), que las administra.
La Diócesis de Matagalpa, que dirige el obispo Rolando Álvarez, indicó a través de una declaración que la directora de Telcor, Nahima Janett Díaz Flores, envió una carta en la que le comunican el cierre de Radio Hermanos bajo el argumento de que desde el 30 de enero de 2003 no cuenta con el título habilitante vigente.
Al respecto, esa diócesis sostuvo que el obispo Álvarez presentó personalmente a Telcor la documentación el 7 de junio de 2016 en la que solicitó los títulos vigentes de Radio Hermanos y otras seis emisoras, cuya carta fue recibida «y que nunca fue respondida».
«A esta hora nos han informado que también han cerrado Radio Nuestra Señora de Lourdes (municipio La Dalia), Radio Nuestra Señora de Fátima (municipio Rancho Grande), Radio Alliens (municipio San Dionisio), y Radio Monte Carmelo (municipio de Río Blanco)», precisó la Diócesis de Matagalpa.
Además, Radio San José, fundada en el 2005, también fue cerrada, tras ser visitada por funcionarios de Telcor, agregó.
Seguirán informando y denunciando
La Diócesis de Matagalpa aseguró que seguirán «informando y denunciando cualquier situación que como esta siga violentando la libertad de expresión y religiosa de Nicaragua».
También reafirmó su compromiso con la Evangelización e invitó «al pueblo a Dios a seguir doblando rodillas este próximo jueves día del santo Cura de Ars, orando por la protección y santificación de los sacerdotes, y el viernes 5 de agosto día de ayuno y oración, porque la oración salvará a Nicaragua».
«¡Qué nuestra Señora de Fátima peregrina en Nicaragua interceda por todos nosotros!», clamó esa diócesis.
El Gobierno de Nicaragua, a través de Telcor, también ha sacado de la programación a tres canales católicos en los últimos tres meses.
Las televisoras, cuyas programaciones eran transmitidas a través de televisión por suscripción, están a cargo de Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí, quien en mayo pasado denunció ser víctima de persecución por parte de la Policía Nacional, cuyo jefe supremo es el presidente Ortega.
Álvarez, encargado del área de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, también dirige el Canal Católico, clausurado el 20 de mayo pasado, luego de que el obispo denunció ser víctima de persecución policial y anunciara una jornada de ayuno, oración y exorcismo indefinido, hasta que el asedio concluyera.
En la denuncia de mayo pasado, Álvarez afirmó que Ortega quiere «una Iglesia (católica) muda», pero que «si la Iglesia callara, las piedras gritarían».
Iglesia-sandinistas: 43 años de roces
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
Ortega ha tildado de «terroristas» a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
También los ha calificado de «golpistas», acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.
Nicaragua vive una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
Fuente: EFE