Evacuadas 12.000 personas tras el hallazgo de una bomba de la II Guerra Mundial en Berlín
Las autoridades se han movilizado para desactivarlo y evitar riesgos, pero en un primer momento han ordenado a la población que abandone la zona
El hallazgo de una bomba de la II Guerra Mundial ha obligado a establecer una zona de exclusión de unos 500 metros en Berlín, lo que según la Policía afecta a unas 12.000 personas.
El artefacto fue localizado durante unas obras en el barrio de Friedrichshain. Las autoridades se han movilizado para desactivarlo y evitar riesgos, pero en un primer momento han ordenado a la población que abandone la zona.
«Podría haber hasta 12.000 personas en la zona de exclusión y llevará tiempo», ha explicado una portavoz policial. Los evacuados tienen la posibilidad trasladarse hasta el Mercedes-Benz Arena, habilitado como refugio provisional.
Una familia sobrevive a la explosión de una granada de la II Guerra Mundial
No es la primera vez que este tipo de hallazgos ocurren en los países donde se libró la contienda europea. En 2020, una madre y una hija sobrevivieron a la explosión de una granada de la II Guerra Mundial en su propia casa en la ciudad de Dent (Inglaterra). La familia pensó que había hallado un fósil o un hueso en la playa y se lo llevaron; el objeto era, sin embargo, algo completamente distinto.
La bomba tenía 80 años, claro que la señora Crews descubrió el detalle más adelante: «Publiqué fotografías en páginas web de arqueología y tuve respuestas, aunque ninguna sugería que pudiera ser una granada».
Un día, tal y como cuenta la mujer de 38 años, el artefacto prendió en el comedor de la casa. Eso sí, justo después de tantearlo con un alfiler caliente. «Mi hija gritó y salió corriendo por la puerta trasera». La madre cogió la granada, la llevó hasta la cocina, trató de apagarla en el fregadero con una toalla mojada.
Asegura que en ella se activó el «modo supervivencia». «Lo primero que pasó por mi cabeza fue salvar a mi hija, mi casa, mis gatos y perros. Puse a la niña a salvo en el jardín». Subió las escaleras y recogió a sus cuatro gatos y dos perros. Finalmente, todo quedó en un susto, una anécdota y una reparación pendiente.