Los duques de Cambridge abandonan el palacio de Kensington y se mudan a una casa en Windsor
Además, los príncipes Jorge, Carlota y Luis cambiarán de colegio y estudiarán en el exclusivo Lambrook School
Además, los príncipes Jorge, Carlota y Luis cambiarán de colegio y estudiarán en el exclusivo Lambrook School
Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, inician una nueva etapa en su vida familiar al mudarse pronto a una casa en los terrenos del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, mientras que sus tres hijos empezarán las clases en un nuevo colegio, informó este lunes el palacio de Kensington.
Los duques vivirán en Adelaide Cottage, una modesta vivienda del siglo XIX, con cuatro habitaciones, por lo que no habrá espacio para tener a personal adicional que viva con ellos.
Los hijos de la pareja, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, empezarán las clases en septiembre en la escuela privada Lambrook School, cerca de la localidad de Ascot, próxima a Windsor, según el palacio de Kensington, residencia oficial de los duques. Se estima que los duques pagarán unas 53.000 libras (61.308 euros) anuales en las matrículas de sus hijos.
Así, la familia dejará de residir en el palacio de Kensington para llevar una vida más rural, mientras que Jorge y Carlota dejarán el colegio Thomas’s Battersea, en Londres.
Los duques han optado por residir en Adelaide Cottage -a diez minutos andando del castillo de Windsor- después de que la reina Isabel II, de 96 años, otorgase el permiso para su uso, puesto que es una vivienda en poder de la Corona. «Los duques de Cambridge anunciaron hoy que los príncipes Jorge, Carlos y Luis asistirán a la escuela Lambrook, en (el condado de) Berkshire a partir de septiembre de 2022», señala el comunicado divulgado este lunes por Kensington.
No obstante, los duques conservarán el apartamento donde han residido en el palacio de Kensington como su oficina y donde su personal seguirá trabajando, así como la casa de campo Amber Hall que tienen en el condado de Norfolk, al este de Inglaterra, y que fue un regalo que les hizo la reina Isabel II tras su boda en 2011.
Fuente: EFE.