Taiwán exige más cooperación con EE.UU. para la fabricación de microchips y lograr una "cadena de suministro más resistente"
Las últimas visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán, entre las que destacó la de Nancy Pelosi, «han fortalecido las relaciones» entre la isla y el país norteamericano
Las últimas visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán, entre las que destacó la de Nancy Pelosi, «han fortalecido las relaciones» entre la isla y el país norteamericano
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, mantuvo una reunión este jueves con el gobernador del estado estadounidense de Arizona, Doug Ducey, en la que pidió más cooperación en el campo de los semiconductores entre el territorio y Estados Unidos, recogió la agencia isleña CNA.
La mandataria expresó asimismo su deseo de «producir conjuntamente» con Estados Unidos «microchips democráticos» y construir una «cadena de suministro más resistente». Tsai transmitió su esperanza de que Taiwán y Estados Unidos «aceleren el progreso de su cooperación económica frente al avance del autoritarismo».
Por su parte, el gobernador señaló las fortalezas económicas comunes entre su estado y Taiwán, a quienes describió como «líderes mundiales en el sector de los semiconductores». Ducey mencionó el proyecto de la fabricante de microchips Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), una de las líderes de esta industria a nivel global, que se halla construyendo una fábrica en Arizona valorada en 12.000 millones de dólares (11.981 millones de euros).
Asimismo, el político recordó que el mes pasado dio luz verde al establecimiento de una oficina comercial de Arizona en territorio taiwanés. El gobernador llegó el martes a Taipéi para una visita de tres días que describió como «un privilegio para reafirmar los valores y fortalezas comunes con Taiwán«.
Las últimas visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán, entre las que destacó la llevada a cabo a principios de agosto por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, «han fortalecido las relaciones» entre la isla y el país norteamericano, aseguró Tsai.
En respuesta al viaje de la funcionaria China impuso sanciones a Pelosi, suspendió el diálogo con EE. UU. en varios importantes ámbitos y desplegó en el Estrecho de Taiwán maniobras militares de una intensidad inédita en décadas. El viaje de Pelosi, que enfureció a Pekín y lo calificó de «farsa» y «traición deplorable», fue seguido por la visita de algunos legisladores estadounidenses y la del gobernador del estado de Indiana.
Taiwán, con quien el país norteamericano no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE. UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Fuente: EFE