Una ciudad estadounidense en Misisipi sufre su quinto día seguido sin agua potable
La urbe de Jackson, con 150.000 habitantes, tiene las escuelas cerradas y una mayoría de domicilios sin agua o con agua contaminada
Más de 150.000 habitantes de una ciudad del país más poderoso del mundo llevan días sin que salga ni una sola gota de su grifo. La ciudad estadounidense de Jackson, en el estado de Misisipi, vive este viernes su quinta jornada seguida sin agua mientras las autoridades intentan reparar una planta potabilizadora averiada y los ciudadanos tienen que hacer largas colas para recibir algo que satisfaga su sed y necesidades de higiene.
La situación es crítica: la urbe de 150.000 habitantes, situada el estado más pobre del país, continúa con las escuelas cerradas, con las empresas operando con dificultad y con la mayoría de domicilios sin agua o con agua contaminada. Las autoridades siguen trabajando para reparar la planta potabilizadora que se estropeó a causa de las fuertes lluvias, mientras recomiendan que, en los pocos hogares donde aún hay agua, los ciudadanos se duchen «con la boca cerrada».
Según informó este jueves el gobernador de Misisipi, el republicano Tate Reeves, en las últimas horas se han instalado siete nuevos puntos de distribución de agua potable operados por 600 miembros de la Guardia Nacional del estado para solucionar el problema de las largas filas que se han producido en los últimos días para comprar o recibir agua.
Reeves declaró la noche del martes el estado de emergencia después de que las lluvias torrenciales provocaran la subida del nivel del río Pearl y fallos en una de las dos plantas potabilizadoras de la ciudad.
Una crisis previsible
El sistema de agua potable de Jackson lleva años en crisis por la falta de recursos para renovar su infraestructura y a los residentes de la ciudad ya se les había pedido hace semanas que hirvieran el agua por los problemas de calidad.
El alcalde de Jackson, el demócrata Chokwe Antar Lumumba, ha denunciado el abandono sufrido en los últimos años y calcula que arreglar todo el sistema de agua costaría unos 200 millones de dólares, más del doble de los 75 millones que fueron asignados a la ciudad para este propósito en la ley de infraestructuras que el Congreso aprobó el año pasado.
Según informó el miércoles la Casa Blanca, el propio Joe Biden habló con Antar Lumumba el martes, unas horas después de aprobar la solicitud de declaración de emergencia del gobernador. La Agencia de Protección Ambiental envió a un experto en la materia para apoyar la evaluación de emergencia de las plantas de tratamiento de agua de Jackson y «está trabajando para acelerar la entrega del equipo necesario para repararla», informó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre
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