Se incrementan los intentos de cruzar de forma ilegal la frontera entre Bielorrusia y Polonia
En el mes de agosto se interceptó a unas 900 personas de 38 nacionalidades diferentes: la mayoría de ellas procedía de Irak, Sierra Leona y Cuba
En el mes de agosto se interceptó a unas 900 personas de 38 nacionalidades diferentes: la mayoría de ellas procedía de Irak, Sierra Leona y Cuba
La Guardia de Fronteras polaca publicó este jueves un informe sobre la frontera entre Bielorrusia y Polonia en el que confirma que el flujo migratorio ilegal continúa a pesar de la construcción de un muro, con casi mil intentos de entrada registrados el mes pasado.
Según los datos oficiales, en el mes de agosto se interceptó a unas 900 personas de 38 nacionalidades diferentes que trataron de entrar en Polonia desde Bielorrusia de manera ilegal, y la mayoría de ellas procedía de Irak, Sierra Leona y Cuba.
Estas cifras suponen un aumento considerable con respecto a meses anteriores, en los que se contabilizaron menos de la mitad de casos.
En el informe, presentado a la prensa por la portavoz de la Guardia de Fronteras, Anna Michalska, en Bialystok (este), se indica que en la mayoría de los casos se trata de varones de entre 20 y 40 años de edad que intentan pasar la frontera a pie y de noche, en grupos de unas cinco personas, y que aprovechan la difícil orografía de la zona para esquivar la vigilancia.
Asimismo, el documento hace referencia a las mafias que operan en la frontera para ayudar a los migrantes a llegar a territorio polaco a cambio de dinero y se indica que en agosto hubo 16 detenciones de individuos, la mayoría de nacionalidad ucraniana o moldava, que colaboraban con redes de inmigración ilegal.
Michalska reiteró las acusaciones polacas contra el Gobierno bielorruso, a quien achacan la actividad ilegal en la zona, pues, dijo, «es imposible llegar a la frontera de Polonia sin su conocimiento».
En junio, el Gobierno polaco terminó de construir un muro de cinco metros de alto a lo largo de 187 de los 400 kilómetros de frontera que comparte con Bielorrusia y desde entonces se trabaja en la implementación de un dispositivo de vigilancia electrónica con un coste total de 340 millones de euros.
Varsovia decidió construir la barrera en noviembre de 2021, cuando se produjo una crisis migratoria que impulsó a decenas de miles de personas a intentar penetrar ilegalmente en territorio polaco a través de Bielorrusia.
En el mes de julio, el delegado especial para migración de las Naciones Unidas, Felipe González Morales, visitó la frontera de Polonia con Bielorrusia y criticó a las autoridades polacas por su «peligrosa práctica de expulsión de migrantes» en ese lugar.
En enero, Médicos sin Fronteras anunció que su equipo de ayuda humanitaria dejaba de operar en la zona después de «ver repetidamente bloqueado su acceso a migrantes y refugiados».
Fuente: EFE