El 90% de los países han sufrido un retroceso del desarrollo humano en los dos últimos años
La ONU advierte en un informe de que «los sentimientos de inseguridad están aumentando en casi todas partes», una tendencia que se ha disparado tras la pandemia
La humanidad retrocede. En lugar de avanzar, por primera vez en más de tres décadas, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de las Naciones Unidas (ONU) apunta un cambio de tendencia a la baja. Más del 90% de los países -tanto los ricos como los pobres- han experimentado en los dos últimos años un descenso en términos de desarrollo humano: educación, esperanza de vida y economía, que devuelven a los habitantes del planeta Tierra a niveles de 2016, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU para 2030.
«Por primera vez en la historia de la humanidad, las amenazas existenciales antropogénicas [provocadas por el hombre] se ciernen sobre las naturales«, sostiene el Informe sobre Desarrollo Humano que elabora cada año el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, titulado Tiempos inciertos, vidas inestables: forjar nuestro futuro en un mundo en transformación.
El informe de la ONU alerta de una situación que no tiene precedentes desde que existen mediciones sobre el desarrollo humano. Según sus autores, ni siquiera es comparable a la Gran Recesión de 2008: «Cada año, algunos países experimentan caídas en sus respectivos valores de IDH. Pero la friolera de que un 90% de los países vieran caer su valor de IDH tanto en 2020 como en 2021 supera con creces los retrocesos que se registraron a raíz de la crisis financiera mundial».
Preocupación por la incertidumbre vital
A pesar de las cifras alarmantes que arroja el informe, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo recuerda la creciente percepción de inseguridad e incertidumbre que desde hace años la ONU viene constatando, al margen del Índice de Desarrollo Humano. En este sentido, el estudio trata de «cuestionar las nociones convencionales de progreso»: «Ganancias en algunas áreas, como en años de escolarización o esperanza de vida, no compensan las pérdidas de otros, como el sentido de control de las personas sobre sus vidas. […] Las percepciones de las personas sobre sus vidas y sus sociedades contrastan marcadamente con las históricamente alta medidas de bienestar».
La ONU alerta del «conjunto de incertidumbres» a los que se enfrenta la humanidad: cambio climático, avance hacia una nueva sociedad industrial y la agudización de la polarización política y social
Las tres capas que plantea el actual «conjunto de incertidumbres» son: los peligrosos cambios planetarios, la transición a nuevas formas de organización de las sociedades industriales y la agudización de la polarización política y social. Un cóctel que se traduce en incertidumbre vital. El informe incide en esa angustia que sufren multitud de personas en todo el planeta: «Hay una persistente sensación de que cualquier control que tengamos sobre nuestro vidas se está escapando, que las normas e instituciones en los que solíamos confiar para la estabilidad y la prosperidad no están a la altura de la tarea del complejo de incertidumbre actual».
Las oleadas de nuevas variantes covid-19 y las advertencias sobre futuras pandemias contribuyeron a agravar una atmósfera de incertidumbre generalizada que iba creciendo en respuesta al vertiginoso ritmo de los cambios tecnológicos, sus efectos en los puestos de trabajo y los temores cada vez más profundos relacionados con la crisis climática. Los autores del estudio advierten que el trastorno global causado por la pandemia no es nada comparado con lo que experimentaría el mundo si se produjera un colapso de la biodiversidad y las sociedades se encontraran con el reto de cultivar alimentos a gran escala, sin insectos polinizadores.
Sensación de inseguridad
«Los sentimientos de inseguridad están aumentando en casi todas partes, un tendencia que lleva al menos una década en desarrollo y que precede con creces a la pandemia de la covid-19 y la consiguiente caída en picada del desarrollo humano mundial», reseña el informe, recordando las alarmantes cifras registradas antes de la pandemia: «Incluso antes, más de seis de cada siete personas a nivel mundial se sentían inseguras».
El estudio apunta a la inseguridad y a la polarización de opiniones como los grandes obstáculos para avanzar en la consecución de la solidaridad que permita afrontar los grandes retos mundiales
El estudio apunta a la inseguridad y a la polarización de opiniones como los grandes obstáculos para avanzar en la consecución de la solidaridad que permita afrontar los grandes retos mundiales. «La incertidumbre puede aumentar la temperatura de un brebaje tóxico», advierte la ONU, que muestra también su preocupación sobre cómo esta situación está provocando el auge del nacionalismo y la discordia social. «Las personas que se sienten más inseguras tienden a confiar menos en los demás y también son más propensas a apoyar posiciones políticamente extremas, y esa polarización dentro y entre los países está aumentando», enfatiza el informe.