Francia sugiere extender la "excepción ibérica" a Reino Unido y Suiza
La ministra francesa apostilló que su país está «a favor de cualquier sistema que haga bajar los precios a los consumidores europeos»
La ministra francesa apostilló que su país está «a favor de cualquier sistema que haga bajar los precios a los consumidores europeos»
Francia, el Estado miembro de la UE que más presiona por «europeizar» el mecanismo ibérico, sugirió hoy que se proponga también aplicar ese sistema en el Reino Unido y Suiza para que también abaraten su energía y, de paso, evitar que esos dos países compren electricidad barata subsidiada por los consumidores europeos.
La Comisión Europea hizo circular hoy un documento informal donde analiza ventajas e inconvenientes de extender a todo el bloque comunitario un sistema inspirado en el que disfrutan España y Portugal, para debatirlo con los ministros de los Veintisiete en un Consejo de Energía celebrado en Luxemburgo.
Uno de los problemas que identifica el Ejecutivo comunitario son las posibles «fugas de electricidad», por lo que Bruselas sugiere que sería necesario «acordar con los terceros países pertinentes una ampliación del régimen más allá de las fronteras de la UE».
«Habría simplemente que hablar con el Reino Unido y Suiza, que pueden también tener interés, porque están en la misma situación que nosotros. Y conociendo el pragmatismo de esos dos países, no me sorprendería que pudieran estar interesados en una extensión de ese mecanismo», dijo la ministra francesa, Agnès Pannier-Runacher. La Comisión también señala que «alternativamente» se podría crear un sistema de doble subasta, es decir, una que fijara el precio en el mercado interno de la UE y otra para la electricidad que se exportase fuera.
Ese sistema fue propuesto ya por España y Portugal en la negociación de la «excepción ibérica» para la electricidad vendida a Francia desde la península, pero Bruselas lo descartó entonces por miedo a fragmentar el mercado único.
La vicepresidenta española y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró que la propuesta informal de la Comisión reconoce que la opción «más eficaz» para evitar esas fugas a bajo precio es el sistema que inicialmente plantearon Madrid y Lisboa.
«Hacer una doble subasta, es decir, un mecanismo de casación en dos tiempos para que los importadores de terceros países paguen el precio original y ese mecanismo de reducción de precios sólo aplique a esos Estados miembros que estén incluidos dentro del mecanismo», resumió.
Otra opción que plantea la Comisión es repartir los 13.000 millones de euros que ahorraría la medida a toda la UE entre todos los Estados miembro, alternativa que rechazó la ministra francesa por que «no sería justo que los países que tienen un ‘mix energético’ poco orientado al gas paguen por los otros», dijo.
El Ejecutivo comunitario señala que la extensión de un mecanismo ibérico beneficiaría especialmente a los países con poco gas o carbón en su generación eléctrica, como Francia, y poco a quienes usan una gran proporción de combustibles fósiles, como Alemania, Países Bajos o Italia. La titular francesa insistió, en todo caso, en que París está «a favor de cualquier sistema que haga bajar los precios que pagan los consumidores europeos».
«Hay urgencia hoy. Nuestras industrias están desestabilizadas y ya no pueden competir internacionalmente. Hay que tomar este asunto con la mayor seriedad», agregó Pannier-Runacher, quien recordó que la patronal europea, BusinessEurope, también aboga por desacoplar gas y electricidad.
«Necesitamos una propuesta revolucionaria para reducir rápida y efectivamente la factura energética de las empresas. Una medida temporal en toda la UE para desvincular la electricidad de los precios del gas se necesita con urgencia. Las empresas de la UE no pueden permitirse esperar mucho más», declaró el lunes el director general de BusinessEurope, Markus J. Beyrer.
Alemania, por su parte, reiteró que hay que dar prioridad a las compras conjuntas de gas por ser la opción más «eficiente» para reducir los precios, dijo el ministro germano de Economía, Robert Habeck.
Fuente: EFE