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Elecciones legislativas en EE.UU.: la Cámara se inclina a los republicanos y el Senado, a los demócratas

Los demócratas logran minimizar pérdidas y en estos momentos tienen más opciones de acabar controlando la Cámara Alta

Elecciones legislativas en EE.UU.: la Cámara se inclina a los republicanos y el Senado, a los demócratas

Los demócratas logran minimizar pérdidas y en estos momentos tienen más opciones de acabar controlando la Cámara Alta

Estados Unidos llegó a la madrugada de este miércoles con el control de ambas cámaras del Congreso -tanto Senado como Cámara de Representantes- todavía en el aire, después de una jornada electoral en la que el Partido Republicano, que partía como favorito, quedó por debajo de las expectativas.

Tanto las encuestas como la historia estaban del lado de los conservadores, puesto que es habitual en EE.UU. que el partido de la oposición al presidente consiga grandes logros en los comicios de medio mandato, y aunque la victoria aún podría decantarse del lado republicano, en ningún caso será por un margen aplastante.

Con el escrutinio ya muy avanzado en la mayoría de estados del país y sin que se esperen grandes cambios hasta la mañana de este miércoles, los republicanos se han asegurado de momento 204 escaños en la Cámara de Representantes, por los 176 de los demócratas, ambos todavía por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara.

En el caso del Senado, el escenario está todavía más abierto, puesto que ambos partidos se encuentran empatados con 48 senadores para el Partido Demócrata y 48 para el Republicano, con 4 escaños todavía en juego. Georgia, Nevada, Arizona y Wisconsin serán los estados que acaben por decantar la balanza. Además, el territorio de Pensilvania ha sido el único en cambiar de color, con la victoria del demócrata John Fetterman.

No habrá «ola roja»

La decepción entre las filas republicanas por unos resultados significativamente por debajo de los esperados era ya evidente en la madrugada del miércoles, tal y como expresó el senador conservador Lindsey Graham en la cadena NBC, quien asumió que «definitivamente no habrá una ola republicana, eso está clarísimo».

Entre los demócratas, sin embargo, las sensaciones eran de alivio e incluso de optimismo, al haber conseguido mitigar una hipotética «ola roja» (el color asociado con el Partido Republicano en EE.UU.) y mantener vivas las opciones de seguir controlando al menos el Senado.

En un sistema presidencial como el de Estados Unidos, el Ejecutivo y el Legislativo pueden estar controlados por partidos distintos, por lo que el actual presidente, el demócrata Joe Biden, necesita que su formación mantenga el control de ambas cámaras si quiere seguir avanzando en sus objetivos políticos durante los próximos dos años de mandato.

Antes de la jornada del martes, cuando las encuestas apuntaban a una gran victoria republicana, el escenario pintaba de lo más sombrío para Biden, pero ahora, con el control de ambas cámaras todavía por decidir, el presidente aún mantiene opciones de terminar su mandato con el apoyo del Legislativo.

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