París defiende la libertad de prensa ante las críticas por las caricaturas de 'Charlie Hebdo' contra el líder supremo iraní
La titular de Exteriores señala que en el país no existe el delito de blasfemia, lo que quiere decir que se pueden criticar y ridiculizar los principios y los símbolos religiosos
La titular de Exteriores señala que en el país no existe el delito de blasfemia, lo que quiere decir que se pueden criticar y ridiculizar los principios y los símbolos religiosos
La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, ha reivindicado la libertad de prensa que hay en Francia, y no en Irán, ante las protestas del régimen de Teherán por el concurso de caricaturas que ha lanzado la revista satírica Charlie Hebdo para ridiculizar al líder supremo iraní, Ali Jameneí.
Preguntada por esas críticas de las autoridades iraníes, que este miércoles convocaron al embajador francés en Teherán para manifestarle su descontento por la iniciativa de Charlie Hebdo y decirle que responsabilizan al Gobierno francés de las consecuencias que eso tenga, Colonna hizo hincapié en que «en Francia hay libertad de prensa, al contrario de lo que ocurre en Irán».
La ministra añadió que esa libertad se ejerce bajo el control de una Justicia «independiente». Es decir, que no responde a las indicaciones del Ejecutivo del que ella forma parte. Además, recordó que en Francia no existe el delito de blasfemia, lo que quiere decir que se pueden criticar y ridiculizar los principios y los símbolos religiosos.
Por todo eso, señaló que «sería razonable» que se tuviera en cuenta el marco jurídico en el que ha desarrollado la iniciativa de la revista satírica, que el pasado 8 de diciembre lanzó una convocatoria a un concurso de caricaturas de Ali Jameneí para «apoyar» a «los iraníes que luchan por su libertad». y eso «ridiculizando a este jefe religioso de otra época».
En estas semanas, Charlie Hebdo cuenta en su página internet que ha recibido más de 300 dibujos, varios de los cuales los ha publicado en línea, «así como unos miles de amenazas».
En su tono habitual, la publicación francesa -que en enero de 2015 fue víctima de un atentado yihadista en su redacción en París en el que 12 personas fueron asesinadas y una decena resultaron heridas- ironiza sobre el hecho de que «todos los participantes han ganado su lugar en el infierno».
Fuente: EFE.