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Cinco cadenas perpetuas ponen fin al caso que convulsionó Argentina por la muerte de un joven

La lectura de la sentencia, acordada por unanimidad, fue transmitida en directo por televisión en un fallo que los medios han cubierto con gran atención

Cinco cadenas perpetuas ponen fin al caso que convulsionó Argentina por la muerte de un joven

Los padres del joven asesinado en una manifestación en la que pedían justicia. | Europa Press

La Justicia de Argentina ha condenado a cinco amigos de entre 21 y 23 años, compañeros de un pequeño club de rugby de provincias, a prisión perpetua por el crimen del joven Fernando Báez Sosa, golpeado hasta la muerte hace tres años, en un caso que conmocionó al país.

El fallo por homicidio doblemente agravado contra Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Enzo Comelli fue leído este lunes ante los condenados en la sala del tribunal en la ciudad de Dolores, en una audiencia en la cual estuvieron presentes los padres de Báez Sosa.

Además, el tribunal también ha decidido condenar a otros tres jóvenes del mismo club de rugby y amigos del resto de condenados, Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz, a 15 años de prisión, al ser considerados partícipes secundarios.

La lectura de la sentencia, acordada por unanimidad, fue transmitida en directo por televisión en un fallo que los medios de comunicación han cubierto con gran atención. En la localidad de Dolores, a 220 kilómetros al sur de Buenos Aires, decenas de personas expresaron su solidaridad con los padres de Báez Sosa.

Thomsen, considerado el líder del grupo, sufrió un desvanecimiento al conocer el veredicto de perpetuidad, la pena máxima que contempla la legislación argentina.

El juicio iniciado el 2 de enero cautivó al país, que se había conmovido con el crimen del estudiante de derecho de 18 años, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, 370 km al sur de Buenos Aires.

Aquel verano, los condenados se encontraban disfrutando de unas vacaciones en un complejo hotelero de la costa atlántica argentina muy popular entre los jóvenes. 

Esa noche fueron expulsados de una discoteca en la cual había comenzado una pelea. En la calle, los agresores aislaron a Báez Sosa al salir del club en el que se encontraban y lo agredieron a puños y patadas, en una paliza que le provocó la muerte por múltiples lesiones. Los vídeos de las cámaras de seguridad mostraron el ensañamiento con el que se emplearon los condenados y los intentos de borrar las pistas que conducían hacia ellos.

Además, en otras imágenes se pudo observar como algunos de los jóvenes que asesinaron a Baez Sosa acudieron después de pegarle la paliza a un local de comida rápida con total tranquilidad.

«Fuertes»

«Estamos fuertes», aseguró Graciela Sosa, madre de la víctima, al ingresar junto con su esposo Silvino al tribunal. «Justicia es perpetua», aseveró la mujer justo antes de conocer el fallo.

La fiscalía había pedido prisión perpetua para los ocho acusados, evocando la «voluntad de matar» por parte de «todos», con una «coordinación sincronizada» que impidió que terceros viniesen en auxilio de Báez Sosa. El abogado de la familia del joven, Fernando Burlando, había hecho el mismo pedido.

Este lunes, Burlando ha declarado que apelará la condena en Casación para lograr que todas las sentencias sean a perpetuidad.

«Lo más importante es que está acreditado el hecho. Los tres acusados que se vieron beneficiados con 15 años de prisión son nuestro principal objetivo», ha comentado a la prensa. 

Durante los alegatos, los imputados, por momentos entre lágrimas, tuvieron expresiones como «pido perdón», «pido disculpas», «no hubo intención de matar», «no hubo un plan (de asesinar)» y «estoy arrepentido».

Los ocho rugbiers, todos de la pequeña localidad de Zárate, cercana a Buenos Aires, detenidos el día del crimen, han estado en prisión preventiva desde 2020.

Báez Sosa era hijo de una cuidadora de ancianos y un albañil, ambos inmigrantes paraguayos. Había iniciado la carrera de abogacía, luego de graduarse en un colegio parroquial católico y realizar obras de caridad.

Su crimen desencadenó una serie de manifestaciones de repudio y en apoyo a la familia, con intensos debates sobre el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, la construcción de la masculinidad, la xenofobia y el racismo en este país que se identifica como de descendientes de inmigrantes europeos.

Manifestación pidiendo justicia por la muerte de Báez Sosa.

El rugby en Argentina es amateur e históricamente son los sectores de clase media y alta los que lo practican o asisten a los partidos.

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