Más de 20.000 personas vuelven a protestar en Atenas por el accidente de tren de Tempi
Los sindicatos piden «que se descubra a los culpables reales del crimen de Tempi y que asuman su responsabilidades»
Los principales sindicatos griegos han sacado este domingo a la calle a más de 20.000 personas para protestar por la respuesta de las autoridades al accidente de tren de Tempi, en el que murieron 57 personas, y en defensa de los servicios públicos.
La marcha ha comenzado en la plaza Sintagma de Atenas y ha concluido frente a la sede de la Organización Helénica de Ferrocarriles (OSE) con el anuncio de la convocatoria de una huelga de 24 horas por parte de la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) y la Confederación de Funcionarios de Grecia (ADEDY), informa la televisión pública griega Skai, que recoge Europa Press.
Los sindicatos piden «que se descubra a los culpables reales del crimen de Tempi y que asuman su responsabilidades» y parar la política de privatizaciones en el sector público. También rechazan la aplicación de los criterios económicos del sector privado a los servicios públicos y «que dejen de considerar un coste económico las medidas de seguridad laborales», según un comunicado de los sindicatos.
«El crimen de Tempi no debe ser encubierto. No debemos olvidar a los muertos. Seremos su voz», han destacado los convocantes en el comunicado previo a la marcha. «Vosotros contáis beneficios y pérdidas. Nosotros contamos vidas humanas», ha sido uno de los lemas coreados. También han cargado contra los principales partidos políticos: «SYRIZA, PASOK, Nueva Democracia, este crimen tiene una historia», han subrayado.
Un conductor de trenes, Panagiotis Bouros, ha agradecido el apoyo a la manifestación para «romper la narrativa del Gobierno sobre el error humano». «Les debemos a los muertos que la tristeza y la ira sean un río que los ahogue», ha proclamado.
En la manifestación han participado sindicatos de otros sectores de la función pública y han aprovechado para reivindicar los servicios públicos y una gestión que no aplique criterios económicos y privados.