Singapur ejecuta a un hombre por tráfico de cannabis, el segundo en menos de un mes

Las autoridades de Singapur han ejecutado este miércoles a un hombre condenado por tráfico de cannabis, la segunda pena capital aplicada en el país asiático en menos de un mes por este motivo, según ha denunciado la organización no gubernamental Transformative Justice Collective (TJC).

La portavoz del organismo, Kristen Han, ha subrayado en declaraciones concedidas a Europa Press que «es vergonzoso y cruel que, en un momento en el que un creciente número de jurisdicciones están despenalizando o legalizando el cannabis, Singapur esté matando a gente por ello».

«Por lo que estamos viendo durante el año pasado y este año, el Gobierno de Singapur está incrementando el uso de la pena de muerte, especialmente por delitos de drogas, incluso mientras el resto del mundo se aleja de la pena capital», ha explicado, antes de recalcar que, según las cifras que maneja TJC, más de 50 personas se encuentran en el corredor de la muerte.

«El Gobierno no da mucha información de forma pública sobre la aplicación de la pena de muerte, pero las investigaciones de TJC ha determinado que en estos momentos hay más de 50 personas en el corredor de la muerte, en etapas diferentes en términos de los procedimientos legales», ha especificado, antes de detallar que «la gran mayoría de ellas (están condenadas) por delitos no violentos de drogas».

Así, Han ha destacado que en el país «hay un pequeño pero creciente movimiento contra la pena de muerte». «La gente está ahora más dispuesta a cuestionar la pena de muerte y estar abierta a discusiones sobre alternativas que hace diez años, pero el Gobierno no parece estar interesado en escuchar o en interactuar con los singapurenses sobre este punto, por lo que sigue impulsando su narrativa a favor de la pena capital», ha zanjado.

La ONG Amnistía Internacional afirmó en su reciente informe anual sobre la pena capital que Singapur fue uno de los cinco países –junto a Afganistán, Palestina, Kuwait y Birmania– que reanudaron las ejecuciones en 2022, cuando fueron ajusticiadas once personas. De esta forma, ascienden a trece los ejecutados en el país asiático desde el año pasado.