Tiñen de negro el agua de la Fontana di Trevi para protestar contra los combustibles fósiles
En la Feria del Libro de Turín, dos grupos activistas han realizado también dos acciones, una de ellas por las inundaciones que afectan a la región de Emilia Romaña
Ocho activistas del grupo Ultima Generazione (Última Generación) han vertido un líquido negro y carbón en la Fontana di Trevi, una de las fuentes más conocidas de la ciudad de Roma, para reivindicar el fin del uso de los combustibles fósiles.
«No pagamos por fósiles», rezaba la pancarta mostrada por los activistas mientras coreaban lemas como «Nuestro país se está muriendo» entre los insultos de algunos transeúntes y turistas.
Además, este mismo domingo, en la Feria del Libro de Turín activistas del grupo feminista Ni Una Menos y de Extinction Rebellion han realizado sendas acciones, las primeras contra la ministra de Familia, Eugenia Maria Roccella, que presentaba el libro Una familia radical y los segundos han recordado las inundaciones que afectan estos días a la región de Emilia Romaña. «Queremos denunciar la responsabilidad de nuestro Gobierno ante la tragedia que afecta hoy a nuestro territorio. Los muertos de Emilia Romaña nos ruegan que nos quitemos las vendas de los ojos y exijamos un cambio a nuestros gobiernos», ha destacado Extinctoin Rebellion.
El Gobierno y sus afines han criticado este acto «antidemocrático y antiliberal» de las activistas de Ni Una Menos. «Han impedido hablar a otras mujeres y presentar un libro que habla mucho de mujeres y feminismo y que les hubiera fascinado si lo hubieran leído», ha apuntado Roccella en un mensaje en Facebook.
El presidente del Senado, Ignazio La Russa, ha condenado «un nuevo acto antidemocrático» y el ministro de Relaciones con el Parlamento, Luca Ciriani, ha criticado a los «activistas que evidentemente no tienen las nociones más básicas de lo que es una democracia».
La oposición en cambio ha llamado la atención sobre los ataques contra el director de la Feria del Libro, Nicola Lagioia, a quien reprochan su tibieza con la protesta. «Este es el clima creado por el gobierno derechista. Es preocupante», han apuntado los diputados del Partido Democrático representados en la Comisión de Cultura del Parlamento.
«Es inaceptable (…). Igualmente inaceptable es la respuesta de los de siempre que dan la vuelta a lo que ha pasado y distorsionan la realidad para justificar el intento de evitar que una ministra de la República exprese sus opiniones. Como siempre, quienes dicen que nos dan lecciones de democracia desconocen las reglas más básicas», ha remachado la primera ministra, Giorgia Meloni.