Rusia detiene a simpatizantes del opositor Navalni que pedían su liberación
Unos 109 ciudadanos de 23 ciudades del país han sido retenidos por esta actividad, que coincidía con la celebración de su cumpleaños
Partidarios del líder opositor ruso Alexei Navalni se han manifestado este domingo en varios países del mundo y en ciudades rusas para conmemorar su cumpleaños, en unas protestas que –en territorio ruso– se han saldado con al menos un centenar de detenidos.
La organización OVD-Info ha señalado que al menos 109 personas han sido detenidas en 23 ciudades rusas, de las cuales al menos dos son periodistas y cinco son menores de edad. Asimismo, la organización ha denunciado prácticas ilegales, ya que en algunos lugares la Policía impidió el paso de abogados y los agentes incomunicaron a los detenidos retirándoles el teléfono móvil.
«Como de costumbre, las autoridades empezaron a socavar las protestas con días de antelación. Por ejemplo, la policía empezó a ir a los apartamentos de personas que habían participado en protestas anteriores y a repartir ‘advertencias’», reza un comunicado.
Protestas en el mundo por Navalni
La portavoz de Navalni, Kira Yarmish, ha publicado una serie de fotografías sobre las marchas de los simpatizantes del líder opositor en Japón, Australia o Georgia. También ha mostrado imágenes de personas que se han manifestado a favor de la libertad de Navalni en ciudades de Rusia como Moscú o San Petersburgo.
Por su parte, Navalni, según un comunicado publicado en sus redes sociales, ha señalado que se encuentra de buen humor, a pesar de que le «gustaría no tener que despertarme en este infierno y, en su lugar, desayunar con mi familia». «Pero la vida funciona de tal manera que el progreso social y un futuro mejor solamente pueden lograrse si un cierto número de personas están dispuestas a pagar el precio de su derecho a tener creencias», ha declarado.
«Seguramente llegará el día en el que decir la verdad y abogar por la justicia se convierta en algo habitual y nada peligroso en Rusia», ha asegurado. «Pero hasta que llegue ese día, no veo mi situación como una pesada carga o un yugo, sino más bien como un trabajo que hay que hacer», ha agregado, añadiendo que está pasando «por la parte desagradable» de dicha labor.