Once niños mueren o desaparecen cada día cruzando el Mediterráneo, según Unicef
Su directora ejecutiva afirma que se deben establecer vías de seguridad para los menores
Alrededor de once millones de niños mueren o son dados por desaparecidos cada día intentando cruzar la peligrosa ruta del mar Mediterráneo central, para intentar llegar a rutas europeas desde el norte de África, según ha denunciado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para Infancia (Unicef).
El organismo ha indicado que se calcula que al menos 289 menores han muerto intentando realizar esta travesía en lo que va de año, mientras que ha calculado que se estima que desde 2018 han muerto o desaparecido 1500 niños al intentar curar el mar Mediterráneo central.
Así ha apuntado que esta cifra representa una quinta parte del total de 8.274 personas que han desaparecido en esta ruta durante los últimos cinco años, según los registros del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Nacional para las Migraciones (OIM), según Europa Press.
«En un intento por encontrar seguridad, reunirse con la familia y encontrar un futuro más esperanzador, un gran número de niños y niñas se embarcan en las costas del mar Mediterráneo sólo para perder la vida o desaparecer en el camino», ha dicho la directoria ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
«Esta es una clara señal de que se deben tomar más medidas a fin de establecer vías más seguras para que los niños y niñas accedan a servicios de asilo, al tiempo que se refuerzan las operaciones para rescatar vidas en el mar», al tiempo que ha aseverado «hay que hacer mucho más para abordar las causas profundas que llevan a los niños arriesgar sus vidas en primer lugar».
Riesgos tras completar la travesía
Unicef ha apuntado además que, si bien el mar Mediterráneo central se ha convertido en una de las rutas más peligrosas para la infancia, el riesgo de muerte durante la travesía es sólo una de las muchos riesgos a los que se enfrentan, ya que también están expuestos a amenazas o actos de violencia, falta de oportunidades educativas o de futuro, redadas y detención de migrantes o separación de sus familias.
De esta forma, el organismo ha lamentado que la escasez de vías que tienen los niños para desplazarse con seguridad, la falta de acceso a la protección en los países por los que transitan y la insuficiencia y lentitud de las operaciones de búsqueda y rescate agravan estos riesgos, por lo que ha reclamado a los gobiernos que protejan mejor a los menores en el mar y en los países de origen, tránsito y destino.
Entre las medidas reclamadas figuran la protección de los derechos y el interés superior del niño, en línea con las obligaciones derivadas de las legislaciones a nivel nacional e internacional; garantizar vías seguras y legales para que los niños migren y pidan asilo, incluida la ampliación de los casos de reunificación familiar y de la cuota de reasentamiento de refugiados; y reforzar la coordinación de las operaciones de búsqueda y salvamento y garantizar un rápido desembarco en lugares seguros.
Unicef ha solicitado además reforzar los sistemas nacionales de protección de la infancia para incluir y proteger mejor a los niños y niñas expuestos a la explotación y la violencia, en particular a los no están acompañados, y mejorar las perspectivas de los menores en los países de origen y tránsito abordando los conflictos y los riesgos climáticos y ampliando la cobertura de la protección social y las oportunidades de aprender y ganar dinero.
Por último, ha pedido garantizar que los niños y niñas tengan acceso a información que les permita tomar decisiones seguras y con conocimiento de causa sobre sus opciones y los peligros de cruzar estas vías marítimas; así como garantizar el aprendizaje de todos los niños y niñas refugiados e inmigrantes y ofrecerles acceso a la sanidad y otros servicios esenciales.