Chile condena a seis exagentes de Pinochet por el asesinato de un diplomático español
El Supremo del país también señala a dos exmilitares por acabar con la vida del comunista Carmelo Soria
El Tribunal Supremo de Chile ha condenado este martes a seis exagentes de la extinta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la Policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y a dos exmilitares por el asesinato el 14 de julio de 1976 del diplomático y militante comunista español Carmelo Soria.
Ahora, 47 años después del asesinato, la Justicia chilena ha condenado a dos altos cargos de la DINA, Pedro Espinoza Bravo y Raúl Eduardo Iturriaga Neumann a 15 años y un día de prisión cada uno. Además, el militar Juan Morales ha sido condenado a diez años y un día de cárcel. Estos tres, condenados como autores del homicidio, se encuentran actualmente en prisión por la comisión de otras violaciones de Derechos Humanos.
Los otros condenados son el agente Guillermo Salinas Torres (15 años y un día de prisión como autor del homicidio y 541 días como autor de asociación ilícita), René Quilhot y Pablo Belmar (10 años y un día de prisión cada uno por homicidio y 541 días por asociación ilícita).
Además, Eugenio Covarruvias Valenzuela, ex general del Ejército chileno, ha sido sentenciado a cuatro años de cárcel por declaración falsa bajo juramento, y Sergio Cea Cienfuegos, exfiscal militar, a 600 días de prisión como autor de falsificación de instrumento público.
Inteligencia contra opositores
La sentencia indica que la DINA «operó sistemática y clandestinamente en contra de múltiples opositores políticos del Gobierno militar y de sus colaboradores, entre los que consideraron a Carmelo Soria Espinoza», quien fue secuestrado, mientras que «miembros de dicha organización realizaron distintos actos destinados a ocultar las circunstancias que se cometieron» debido a que conocían «la existencia de procesos criminales para esclarecer» los delitos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), agencia regional de Naciones Unidas en la que trabajaba Soria, ha celebrado la condena definitiva del Supremo chileno, aprovechando la ocasión para reafirmar que «el respeto por la memoria y el compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia son esenciales para el pleno desarrollo de los pueblos».
Así, la CEPAL ha rendido un «sentido» homenaje y ha subrayado los esfuerzos de la familia de Carmelo Soria, de la sociedad civil, de las organizaciones de defensa de Derechos Humanos y la Justicia chilena, «que han permitido determinar la verdad y la justicia en torno a su secuestro y posterior asesinato».