La policía argentina desmantela una imprenta de publicaciones nazis en Buenos Aires
Los agentes explicaron que la sola exhibición de la simbología nazi infringe las leyes argentinas
Una edición de 'Mein Kampf'. | AFP
La policía argentina incautó más de 200 publicaciones y portadas de libros de orientación nazi en una imprenta irregular instalada en una vivienda de un suburbio de Buenos Aires y detuvo a su dueño, informaron este miércoles las autoridades. Funcionarios de la Policía Federal Argentina (PFA) llegaron a la imprenta en San Isidro, 25 km al norte de la capital, tras dos años de investigaciones. Decomisaron publicaciones con imágenes de cruces esvásticas y del grupo paramilitar SS, entre otras prohibidas por las leyes antidiscriminatorias locales.
«Estamos azorados con la cantidad de material, es histórico. Es una verdadera imprenta de difusión y venta de simbología, libros y adoctrinamiento nazi«, dijo el jefe de la PFA, Juan Carlos Hernández, en rueda de prensa. La denuncia que inició la investigación fue hecha en 2021 por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y recibida por la Unidad de Investigaciones Terroristas de la PFA.
El material, «de alta calidad», se vendía abiertamente en tiendas de comercio electrónico «con un alto nivel de consumo y consultas», explicó Hernández. «No descartamos que sea la punta de un iceberg. Por ahora cortamos las líneas de distribución, pero la ley castiga también al que consume» publicaciones discriminatorias como las de orientación nazi, declaró el jefe policial.
La Policía explicó que la sola exhibición de la simbología nazi infringe las leyes argentinas porque «justifica, reivindica y hasta venera las atrocidades cometidas por el régimen nacional socialista nazi contra la comunidad judía».
Argentina fue refugio de criminales nazis después de la Segunda Guerra Mundial, pero también dio acogida a judíos que huían de las persecuciones y los campos de exterminio. En 2019, un conjunto de 83 objetos nazis incautados por la policía en Buenos Aires dos años antes fue entregado al Museo del Holocausto de Argentina para su custodia.
