Las víctimas palestinas doblan a las de la invasión de Ucrania en solo tres semanas
La ONU señala que desde el 7 de octubre han sido asesinados más de 8.000 civiles en Gaza, el 70% mujeres y niños
Varios palestinos recuperan un cuerpo tras un bombardeo en Gaza. | Mutasem Murtaja (Reuters)
Cada 15 minutos muere un niño en Gaza. La ONG Save the Children alerta de que los menores son quienes más sufren el conflicto. Representan más de un tercio de las víctimas que han perecido desde que Hamás atacara posiciones israelíes en la Franja el pasado 7 de octubre. El dato avanzado por Naciones Unidas es demoledor: en solo tres semanas, el número total de palestinos asesinados dobla a los caídos en la invasión de Ucrania en lo que va de año.
La ONU informó el martes de que en las últimas tres semanas el Ejército israelí ha asesinado a más de 8.000 civiles en Gaza, el 70% mujeres y niños. Una cantidad que dobla al número de ucranianos que han muerto en la guerra en lo que va de año. La propia Naciones Unidas cifra en 4.600 las vidas ucranianas robadas entre el 1 de febrero y el 31 de julio. Los datos los anunció hace unos días la alta comisionada adjunta de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif.
Desde que Rusia invadió a su vecino hace 20 meses, la organización internacional contabiliza casi 10.000 pérdidas humanas. Una cantidad que, a este ritmo, puede alcanzar Palestina en cuestión de días. Especialmente si los objetivos militares de Israel causan tantas bajas como las del bombardeo que el martes borró del mapa el campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de Gaza. La explosión provocó un inmenso cráter y decenas de palestinos muertos.
Ataques a Palestina
Otro de los ataques más mortíferos se produjo el lunes, cuando un bombardeo destruyó una sala de celebraciones cerca del sur de la Franja de Gaza. Las autoridades israelíes han solicitado a sus moradores que se marchen. Muchos gazatíes han hecho caso a las recomendaciones hebreas y se han desplazado buscando refugio hacia el paso de Rafah, la frontera con Egipto.
Las autoridades palestinas consideran que se trata de una forma de expulsarlos de su tierra, una nueva Nakba, el éxodo forzoso que en 1948 llevó a miles de personas a la diáspora. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) cifra en casi seis millones los palestinos que viven fuera de su país en la actualidad.
Los bombardeos sobre la población civil no cesan. Todas las organizaciones internacionales coinciden en señalar que quienes más sufren son los niños. La ONU afirma que en estas tres semanas han sido asesinados 3.747 menores. La cifra supera «el número de niños asesinados anualmente en todas las zonas de conflicto del mundo desde 2019», ha señalado Philippe Lazzarini, director de la UNRWA.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, eleva la cifra de víctimas a 8.525 palestinos. Mientras la comunidad internacional pide una tregua, Israel manifiesta su derecho a la defensa. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha rechazado un alto al fuego porque eso supondría consolidar las acciones de Hamás. Un escenario que ha motivado la dimisión de Craig Mokhiber, un alto funcionario de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
«Un genocidio de manual»
Mokhiber, que dirigía la oficina de Nueva York, ha hecho efectiva su renuncia en una carta en la que denuncia «la tibieza» de la organización para velar por los derechos de los palestinos en un caso que denomina como «un genocidio de manual». El funcionario dimitido asegura que la ONU «ha agachado vergonzosamente la cabeza con el poder». Además, reconoce que Israel practica «una potente propaganda» en la que relaciona toda crítica con el antisemitismo.
«El genocidio que estamos presenciando en Palestina es producto de décadas de impunidad israelí permitida por Estados Unidos y otros gobiernos occidentales y de décadas de deshumanización del pueblo palestino por parte de los medios de comunicación occidentales. Ambos deben terminar ya», ha solicitado Mokhiber.
Hace dos semanas, un alto funcionario del Departamento de Estado de EEUU también presentó su dimisión por razones similares. Josh Paul, encargado de Asuntos Parlamentarios de la Oficina Político Militar, aseguró que el apoyo «ciego» de la Administración Biden a Israel suponía una decisión «corta de miras, destructiva y contradictoria con los valores» de los que presume su país.
Los bombardeos israelíes son permanentes desde que el pasado 7 de octubre Hamás penetró en diversos kibutz, donde llevó un sangriento ataque que causó la muerte de cientos de personas. Otras 250 fueron capturadas como rehenes. Las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás, han asegurado que en «los próximos días» liberarán a algunos de los presos extranjeros. El resto los mantiene para intercambiarlos por los más de 6.000 palestinos prisioneros por Israel.
