Daniel Noboa reivindica su juventud durante su toma de posesión como presidente de Ecuador
Se ha reivindicado como el presidente de un país que atraviesa «tiempos muy difíciles» por la economía y seguridad
Daniel Noboa ha tomado este jueves posesión del cargo como presidente de Ecuador en una ceremonia celebrada en la Asamblea Nacional y en la que ha proclamado un primer discurso oficial centrado en reivindicar su figura como el mandatario más joven de la historia del país sudamericano.
Noboa ha recibido la banda presidencial de manos del presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, así como el gran collar de la Orden Nacional al Mérito. El jefe de Estado saliente, Guillermo Lasso, ha estado presente en el acto, si bien tras entregar la banda a Kronfle ha abandonado el edificio.
Tras jurar el cargo, el presidente Noboa se ha reivindicado ante los presentes como el jefe de Estado de un país que atraviesa «tiempos muy difíciles» por la situación económica y de seguridad, pero debe dejar de lado los «viejos paradigmas políticos» para hacer frente a tal situación.
«Pocos candidatos estaban dispuestos a tomar el riesgo de esta elección. Por el bien de Ecuador, y porque tengo una visión renovada y joven, me lancé a la Presidencia sin dudarlo», ha aseverado Noboa, que se ha definido como «un hombre libre y pragmático que busca con empatía mejorar la vida de los ecuatorianos».
«Creo en la fuerza de la juventud. Y a muchos les costará encasillarme en viejos paradigmas políticos o ideológicos. Creo en un Estado que tiene como primer objetivo reducir la violencia y hacer del progreso una costumbre», ha añadido un Noboa que recalca que no se pueden repetir las «políticas del pasado esperando un resultado distinto».
En este sentido, Noboa ha rechazado la idea de que la juventud sea sinónimo de ingenuidad, sino que es «sinónimo de fuerza», una cualidad que considera imprescindible para hacer frente a los retos del país. Asimismo, ha incidido en que para combatir la violencia la mejor alternativa es fomentar el empleo.
Finalmente ha agradecido a su familia por los esfuerzos que han hecho, y tendrán que hacer de aquí en adelante, por su andadura política. Noboa, sin embargo, ha matizado que estos sacrificios «son pocos» comparados con los que tienen que hacer «la mayoría de las familias ecuatorianas».
«El éxito no es haber llegado aquí, sino que el día que nos toque marchar, tengamos el respeto y el cariño de la mayoría de los ecuatorianos. Ese éxito solo va a ocurrir si nos unimos. La tarea es dura y difícil y los días son pocos. Manos a la obra y a trabajar», ha zanjado el presidente ecuatoriano.
Noboa, que a sus 35 años se ha convertido en el presidente más joven de la historia democrática de Ecuador, se impuso en agosto en la segunda vuelta electoral a Luisa González, aliada del expresidente Rafael Correa. Prácticamente recién llegado a la política, es hijo de Álvaro Noboa, que también trató en varias ocasiones alcanzar la Presidencia.
Ecuador aspira a pasar página a una época convulsa en lo político, ya que el presidente saliente Lasso forzó la convocatoria electoral para evitar un juicio político en la Asamblea Nacional, en lo que se conoce como ‘muerte cruzada’. Noboa, no obstante, asume el poder únicamente para el próximo año y medio, lo que le restaba a Lasso para completar su mandato.
Uno de los grandes retos del nuevo mandatario es la reducción de la inseguridad, después de que los homicidios hayan alcanzado niveles récord, hasta el punto de que un candidato presidencial fue asesinado en plena campaña. Noboa ha prometido que emitirá un estado de excepción como primera medida y ha planteado reformas urgentes en el ámbito fiscal y energético.