Milei ya es presidente de Argentina y avisa de recortes: «No hay alternativa posible al ajuste»
El mandatario entrante afirma que «ningún gobierno ha recibido una herencia peor» que el suyo
El ultraliberal Javier Milei ha jurado su cargo este domingo como presidente de Argentina en una ceremonia celebrada en la sede del Congreso en Buenos Aires. Entre gritos de «¡Argentina, Argentina!», Milei y su flamante vicepresidenta, Victoria Villarruel, han proclamado su lealtad al Estado argentino en presencia de sus predecesores, Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Previamente, en su primer acto protocolario, Milei firmó el libro de honor de la Cámara de Diputados con el mensaje: «Viva la libertad, carajo».
Milei no se dirigió a la cámara legislativa y en su lugar la vicepresidenta Villaruel pronunció unas palabras de agradecimiento en su nombre. «Es un momento que quedará para siempre en nuestros corazones y quiero agradecerles este gesto de acompañarnos desde otros países del mundo y de las provincias», hizo saber la vicepresidenta.
A continuación, Milei ha comenzado a dirigirse al pueblo en el discurso inaugural de su mandato. «Los argentinos, de manera contundente, han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno», ha declarado el mandatario, antes de responsabilizar a sus predecesores de la difícil situación que atraviesa el país.
Durante su intervención, Milei ha descrito el legado económico del kirchnerismo, sobre el cual ha dicho que es «la peor herencia que ha recibido ningún gobierno». «Hoy mismo la inflación ya viaja a un ritmo que oscila entre el 20% y 40% mensual. El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación. Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe», ha dicho.
«Nos han arruinado la vida, nos han hecho caer por diez veces nuestros salarios», ha subrayado Milei. Por ello, el nuevo presidente ha adelantado recortes: «No hay alternativa posible al ajuste». «La solución implica», ha detallado, «un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PIB, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado», además del combate férreo de la inflación.
Empeorar antes de ir a mejor
«De corto plazo la situación empeorará», ha reconocido. Este planteamiento «impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes», ha explicado. «Luego, veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo cambiado las bases de un sistema sólido», ha destacado. «No va a ser fácil: cien años de fracaso no se deshacen en un día pero hoy es ese día. Terminamos el camino de la decadencia y comenzamos a transitar el camino de la prosperidad. Tenemos la resiliencia para salir adelante», ha resaltado.
En el ámbito de la seguridad, Milei ha denunciado que «el narcotráfico se apoderó de nuestras calles y las fuerzas de seguridad han sido humilladas y abandonadas». «La anomia es tal que sólo el tres por ciento de los delitos son condenados. Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes», ha advertido.
En cuanto a la oposición y a las posibles movilizaciones en contra de las medidas económicas prometidas, Milei ha advertido de que «quien corte la calle no recibe el apoyo de la sociedad». «El que corta no cobra (…). El que las hace, las paga», ha espetado. El discurso ha terminado con el conocido lema de campaña de Milei, «¡Viva la libertad, carajo!», que ha repetido en hasta tres ocasiones desde la escalinata del Congreso y entre los gritos de apoyo de sus simpatizantes.