Putin asegura que pondría fin a la guerra en «dos o tres meses» si EEUU deja de mandar armas
También amenazó a los países occidentales con una respuesta «asimétrica» si envían armamento
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró el miércoles que los combates en Ucrania cesarán en dos o tres meses si Estados Unidos suspende el suministro de armamento a Kiev.
«En dos o tres meses como máximo«, dijo Putin durante una entrevista con las principales agencias de noticias internacionales, incluida EFE, en el marco del Foro Económico de San Petersburgo.
Además, volvió a amenazar a los países occidentales con una respuesta «asimétrica» en caso de que suministren armas de alta precisión a Ucrania para lanzar ataques contra objetivos en territorio ruso.
«Problemas muy graves»
Una vez más ha insistido en la retórica defendida desde Moscú en las últimas semanas y ha advertido de que los posibles ataques ucranianos con armamento occidental contra territorio ruso supondrían «una guerra» contra Rusia y «el camino hacia problemas muy graves».
«Si vemos que estos países se están viendo arrastrados a una guerra contra nosotros, y esta es su participación directa en la guerra contra la Federación Rusa, entonces nos reservamos el derecho a actuar de manera similar», ha manifestado el mandatario ruso en el marco de un encuentro con periodistas recogido por TASS.
Asimismo, Putin ha dejado la puerta a abierta a una respuesta simétrica al envío de armamento a Ucrania para atacar a Rusia, deslizando así la posibilidad de que Moscú entregue también material militar a otros países para que lleven a cabo «ataques contra objetivos sensibles» de los socios de Kiev.
«Si alguien considera posible suministrar tales armas a una zona de combate para atacar nuestro territorio y crearnos problemas, entonces ¿por qué no tenemos derecho a suministrar nuestras armas de la misma clase a esas regiones del mundo donde se llevarán ataques contra objetivos sensibles de aquellos países que hacen esto contra Rusia?», se ha cuestionado.
A lo largo de las últimas semanas se ha alimentado el debate sobre la posibilidad de que las principales potencias occidentales concedan permiso a las Fuerzas Armadas ucranianas para atacar posiciones militares en territorio ruso desde las que Moscú lleva a cabo ataques contra Ucrania.
Mientras algunos países han dado su visto bueno a esta posibilidad, otros Estados se muestran reticentes ante la posibilidad de que Moscú interprete esto como una agresión contra su soberanía y decida responder, iniciando así una escalada de las tensiones en el marco de la guerra en Ucrania.
De hecho, Putin ha señalado que uno de los primeros pasos que las autoridades rusas deben dar en este contexto es el de «mejorar los sistemas de defensa aérea» para poder «destruir» los misiles de largo alcance suministrados por Occidente que Ucrania pueda lanzar sobre territorio de Rusia.
Por otro lado, el presidente ruso ha aprovechado la ocasión para cargar contra los gobiernos occidentales, a los que ha acusado de estar más centrados en aplicar políticas contra Rusia que en el beneficio de su propia ciudadanía, razón por la que considera que los partidos «tradicionales» y las democracias parlamentarias están atravesando «tiempos difíciles».
Así las cosas, el dirigente ruso ha reconocido que las relaciones con la Unión Europea no atraviesan su mejor momento, aunque sí considera que se podrían encontrar soluciones a estas diferencias si los líderes de los Veintisiete «se sintieran más seguros y tuvieran más coraje para defender los intereses nacionales».
Situación en Ucrania
El presidente Putin ha centrado parte de su intervención en actualizar datos sobre la guerra en Ucrania, donde asegura que las Fuerzas Armadas ucranianas pierden del orden de 50.000 tropas al mes entre militares heridos y fallecidos. Aunque no ha informado sobre el balance total de bajas en el bando ucraniano, asegura que son cinco veces más que las registradas por Rusia.
«Según nuestros cálculos, el Ejército ucraniano pierde aproximadamente 50.000 personas por mes. Estas son pérdidas tanto sanitarias como irrecuperables», ha señalado un Putin que además ha informado de que, de acuerdo con los datos de los que dispone Moscú, «cada mes se movilizan aproximadamente 30.000» personas en Kiev.
Asimismo, el líder ruso ha informado de que, desde el estallido de las hostilidades en Ucrania a finales de febrero de 2022, al menos una treintena de periodistas rusos han fallecido en la zona de combate. «Nuestros periodistas murieron y nadie nos da la oportunidad de investigar qué les pasó», ha recriminado.
Al respecto de la situación en el Donbás, Putin ha defendido que Rusia tenía «el derecho» de reconocer la independencia de las autoproclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk y, más tarde, anexarse estos territorios en virtud de un referéndum no reconocido por la comunidad internacional.
«Por supuesto que las reconocimos. De acuerdo con el Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas les brindamos ayuda (…) No atacamos, nos defendimos, para que quede claro para todos. El primer paso hacia la guerra lo dieron quienes alentaron el golpe», ha aseverado Putin, atribuyendo a Ucrania toda la responsabilidad de actuar en la guerra.
«Todo el mundo cree que Rusia inició la guerra en Ucrania, pero nadie, quiero subrayarlo, nadie en Occidente, en Europa, quiere recordar cómo empezó esta tragedia, con un golpe de Estado en Ucrania, un golpe de Estado inconstitucional», ha recalcado el mandatario ruso.