Elecciones francesas: ocho claves para entender unos comicios decisivos para Europa

El pasado 10 de junio, a la vista de los decepcionantes resultados obtenidos por su partido en las elecciones europeas, Emmanuel Macron convocó elecciones parlamentarias para este domingo, día 30 de junio, tres años antes de lo esperado. Teniendo en cuenta que su partido Reinassance (RE) fue la tercera fuerza política en Francia el 9-J y que según los últimos sondeos se mantiene en dicha posición, se trata de una maniobra realmente arriesgada para el presidente de la république. Con una ultraderecha cada vez más consolidada y un Nuevo Frente Popular que reúne a los principales partidos de la izquierda, Francia se enfrenta a la mayor encrucijada política que se recuerda en su historia reciente. ¿Por qué son tan relevantes estas elecciones exactamente y qué es lo que hay en juego?

¿Cómo funcionan las elecciones en Francia?

El sistema de organización política por el que se rigen los franceses es diferente a lo que estamos habituados en España. Al tratarse de una república semipresidencialista, el poder se reparte entre el presidente de la República —el cargo actualmente ocupado por Emmanuel Macron— y el primer ministro, que hace las veces de jefe de Gobierno y representa el grupo mayoritario en el parlamento. Cada uno de los cargos es elegido por separado: el primero, directamente, mediante unas elecciones presidenciales; y el segundo, mediante las elecciones parlamentarias, en las que gana el candidato del partido que obtenga la mayoría en el Parlamento francés. Ambas elecciones se celebran cada cinco años y suelen coincidir en el tiempo, pero en esta ocasión Macron ha decidido adelantar tres años las elecciones parlamentarias, inicialmente previstas para 2027.

¿Por qué ha convocado Macron estas elecciones?

El presidente francés convocó estas elecciones el pasado 10 de junio, un día después de las elecciones al Parlamento Europeo. Macron justificó esta decisión apelando a los malos resultados que acababa de obtener Reinassance en las elecciones europeas tras una aplastante victoria de Rassemblement National (RN), el partido fundado por Marine Le Pen. Sin embargo, lo cierto es que esta legislatura ha sido muy complicada para Macron desde el principio. Los centristas ganaron tanto las elecciones presidenciales como las parlamentarias en 2022, pero la mayoría en el Parlamento francés es de 289 escaños —para un total de 577— y el candidato de RE, Gabriel Attal, solamente obtuvo 250. Esa diferencia de 39 escaños obligaba a Attal y Macron a buscar alianzas con otros partidos cada vez que deseaban aprobar cualquier medida, entorpeciendo en gran medida la capacidad legislativa del Gobierno francés. Con este movimiento, el presidente galo parece haber realizado una apuesta de todo o nada frente al ascenso de la ultraderecha representada por Le Pen y su joven discípulo Jordan Bardella.

¿Por qué son unos comicios tan importantes?

Por primera vez en su historia, podríamos llegar a ver una victoria de la agrupación nacional de Le Pen. De darse este resultado, el candidato de RN, Jordan Bardella, se convertiría en el primer ministro más joven de la historia de la República con tan sólo 28 años, adelantando al actual jefe de Estado, Gabriel Attal, que obtuvo el cargo a los 34. Si obtuvieran una mayoría sólida en el Parlamento, podrían pavimentar el camino de Le Pen hacia las elecciones presidenciales, lo cual acabaría por otorgar a la ultraderecha francesa el control de una de las mayores potencias económicas y nucleares de Europa.

¿Quiénes son los principales candidatos?

• Gabriel Attal (Reinassance): El actual primer ministro comenzó su carrera como concejal del Partido Socialista francés en Valves, pero en 2017 se unió al partido de Macron y se ha mantenido en esta formación desde entonces. Obtuvo su cargo el 9 de enero de este mismo año, tras la renuncia de Elisabeth Borne a tenor de una crisis producida por la ley de migración aprobada por la Asamblea Nacional francesa en diciembre de 2023. Antes de eso, había desempeñado la labor de ministro de educación.
• Jordan Bardella (Rassemblement National): Asumió el rol de portavoz del partido tras la derrota de Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de 2017 con solamente 22 años. Al año siguiente, Le Pen también lo nombró presidente de Generación Nacional, el ala juvenil de RN, y ese mismo año fue designado como el principal candidato de la Agrupación Nacional para las elecciones al Parlamento Europeo de 2019 en Francia. Desde entonces ha ocupado un escaño Parlamento Europeo.
• Jean-Luc Mélenchon (Noveau Front Populaire): A sus 72 años, fue miembro del Partido Socialista francés de 1976 a 2008. Ese año dejó su militancia para crear su propia formación, el Parti de Gauche, y en 2016 fundó un nuevo partido que llamó La France Insoumise (FI). Ante la convocatoria de estas elecciones, su partido ha formado coalición con el resto de fuerzas mayoritarias de la izquierda francesa, cuyos cuatro principales miembros son FI, el Partido Socialista, los Écologistes y el Partido Comunista.

¿Cuáles son los resultados más probables?

Las elecciones parlamentarias francesas tienen la particularidad de celebrarse en dos vueltas si en una primera votación ninguno de los candidatos obtiene la mayoría absoluta. Este parece ser el escenario más probable con un voto repartido entre tres grandes formaciones políticas, y eso hace que en última instancia sea bastante complicado predecir cuál de los candidatos acabará resultando vencedor en una segunda vuelta. De ser finalmente necesaria, esta segunda vuelta se llevará a cabo el próximo domingo, 7 de julio. Los últimos sondeos dan la victoria al RN de Le Pen con un 36% de los votos, seguida de cerca por el Frente Popular de la izquierda con un 29% y dejando en tercer lugar al partido de Macron con un 19,5%. Esto sugiere que lo más probable es que Jordan Bardella gane la primera vuelta, y que la balanza deba decantarse entre el Frente Popular y la extrema derecha en la segunda votación.

¿Qué es la cohabitation?

En cualquiera de los casos, parece que RE no será el partido victorioso en estos comicios, pero el presidente ya ha asegurado que no abandonará el cargo y piensa agotar su actual legislatura, establecida hasta 2027. Esto abre las puertas a tres años durante los que el presidente pertenecerá a una formación política y el primer ministro a otra. Los franceses denominan cohabitation a esta situación, que únicamente se ha dado en tres ocasiones y no ocurre desde el período legislativo de 1997-2022, cuando el socialista Lionel Jospin fue primer ministro durante el gobierno del presidente de centroderecha Jacques Chirac. Durante casos anteriores, se respetaron las políticas de defensa y exterior como labor del presidente, quien por lo general era capaz de llegar a compromisos con el primer ministro para permitir que Francia hablara con una sola voz en el ámbito internacional.

¿Qué problemas tendrá que enfrentar el nuevo gobierno?

Según la Constitución, la decisión sobre quién encabeza el próximo gobierno recae en Macron. Por su parte, Bardella ha declarado que no asumirá el cargo de primer ministro si no obtiene la mayoría absoluta, alegando no querer convertirse en un «asistente del presidente». Aun así, Macron debe respetar la composición de la nueva Asamblea, por lo que si RN es el partido victorioso podría resultarle complicado nombrar a otra persona. Con una mayoría en la Asamblea Nacional, la formación de Bardella podría aprobar leyes sin que Macron pudiera hacer nada a menos que fueran anticonstitucionales. Aunque el mandato de Macron se extiende hasta 2027, continuaría siendo comandante en jefe y representante internacional del país, aunque su capacidad para influir en las políticas nacionales se vería notablemente limitada.

¿Qué implican estas elecciones para Europa?

Si finalmente Jordan Bardella sale victorioso, un gobierno de extrema derecha podría traer fricciones considerables a las relaciones diplomáticas entre los miembros de la Unión Europea en un momento delicado para la política internacional, con conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Medio. A las puertas de los Juegos Olímpicos de París y con las elecciones presidenciales estadounidenses a apenas cuatro meses de distancia, el resultado de estas elecciones podría marcar de manera notable las políticas de Francia en temas tan relevantes como la inmigración, la relación con las posturas de la UE respecto a las ayudas al gobierno de Zelenski o su posición respecto a la OTAN en un momento de alta tensión bélica con Rusia y con un Donald Trump cada vez más cerca de un segundo mandato. Es cierto que, previsiblemente, Macron ejercería como figura apaciguadora en el contexto internacional hasta 2027, pero las tensiones internas que generarían las diferencias ideológicas entre el presidente y el nuevo primer ministro podrían llegar a ser suficientes para desestabilizar el país durante los próximos tres años.