Hungría justifica la reunión de Orbán con Putin: «No hay solución en el campo de batalla»
El mandatario húngaro defiende que no ha desvelado información sobre su conversación con Zelenski esta semana
El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha justificado la visita del primer ministro, Viktor Orbán, este viernes a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, como un «acercamiento para lograr la paz» y apunta que estos años han evidenciado que «la guerra no tiene solución en el campo de batalla».
«Los últimos dos años y medio han demostrado que la guerra en nuestra región no tiene solución en el campo de batalla», ha escrito en su página de Facebook el jefe de la diplomacia húngaro, quien forma parte de la comitiva que ha viajado hasta Moscú, según el Kremlin, por iniciativa del primer ministro Orbán.
«Es necesario un alto el fuego y conversaciones de paz lo antes posible para poner fin al sufrimiento humano. Esperamos que la reunión de hoy en Moscú pueda acercarnos a la paz», ha expresado Szijjarto.
El encuentro a puerta cerrada de Putin y Orbán se ha prolongado durante más de dos horas y media, antes de la rueda de prensa conjunta prevista para más tarde, han informado agencias rusas de noticias.
En dicha reunión, según ha explicado el asesor de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov, Orbán no ha revelado a su anfitrión el contenido de las conversaciones que mantuvo esta semana con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Kiev.
«El primer ministro y el presidente se conocen bien y confían el uno en el otro, por lo que hubo una conversación completamente franca sobre todos los temas urgentes relacionados con la crisis ucraniana», ha contado Ushakov.
Orbán, cuyo país ha asumido este 1 de julio la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, ha llegado a Moscú apenas unos días después de realizar su primera visita a Kiev desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Si bien el propio Orbán ha señalado que esto no le posibilita para hablar en nombre de la UE, desde Bruselas se han apresurado a dejar claro que se trata de una visita que debe enmarcarse «exclusivamente» en el marco de las relaciones «bilaterales» entre Budapest y Moscú, línea utilizada también por la OTAN.