Los militares salen en defensa de Maduro: aumenta la represión en Venezuela
Hasta la mañana del martes iban 749 detenidos y la cifra seguramente aumentará, tal y como advirtió el fiscal general
Manifestantes son detenidos en la concentración de este martes. | Reuters
Venezuela parecía encaminarse este martes rumbo a una nueva e impredecible escalada de inestabilidad política, social y económica, con la represión violenta que ha dejado seis muertos según la reconocida ONG de defensa de los Derechos Humanos Foro Penal, y el encarcelamiento masivo de manifestantes contra el régimen de Nicolás Maduro.
Dos días después de unas elecciones que eran vistas como una posibilidad histórica para una redemocratización o, en cambio, desde el punto de vista chavista, una relegitimización del propio Nicolás Maduro en el poder, se enturbia el clima político con manifestaciones callejeras de opositores radicales que están siendo reprimidas duramente. También, redoblan los anuncios de acciones legalistas contra los líderes opositores y el pronunciamiento de los militares predice más persecuciones a los disidentes, según observadores.
En el centro de Caracas, cuerpos de seguridad de diferentes ramas cercaban con sus equipos y vehículos antimotines, desde varias cuadras a la redonda, las sedes de los diferentes poderes e incluso el palacio de gobierno de Miraflores, según han constatado testigos y periodistas.
Una marcha de chavistas que había sido convocada para la tarde de este martes por la dirigencia del partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fue cancelada por razones de seguridad y falta de gente, dijeron para este medio, de manera confidencial, personas allegadas al gobierno. En cambio, la chavista Asamblea Nacional (Congreso) optó por llevar a cabo una sesión especial para respaldar el resultado de las elecciones y la proclamación de Maduro como presidente hasta enero del año 2031.
Hasta la mañana del martes iban 749 detenidos y la cifra seguramente aumentará, advirtió el fiscal general, el chavista Tarek William Saab. Los detenidos en manifestaciones están siendo procesados como «terroristas» y delincuentes comunes. En cuentas en redes sociales de la Fiscalía son expuestos esposados, obligados a posar ante insignias de los cuerpos policiales.
Hay manifestaciones de manifestaciones. Están las pacíficas y tranquilas, concentraciones familiares, convocadas por dirigentes como María Corina Machado y Edmundo González. Pero también cuentan las que se tornan violentas, y que ya el lunes habían dejado los primeros cuatro muertos y varios heridos, especialmente jóvenes que se enfrentan a uniformados que llevan equipos antimotines. También desafían a las bandas civiles armadas del chavismo, los temidos colectivos. Ya el martes iban otros dos muertos.
El Gobierno indistintamente culpa de todas las manifestaciones y de sus consecuencias a los líderes opositores y prepara acciones contra ellos. Ya este martes agentes encapuchados y sin identificación detuvieron el exdiputado Freddy Superlano, y a otros dos dirigentes opositores.
La oposición describe estas acciones como «secuestros», porque son ejecutadas sin órdenes de detención, por hombres no identificados. Los capturados son desaparecidos temporalmente, sin que familiares o amigos obtengan información sobre ellos hasta horas y días después.
Caen derribadas estatuas de Chávez
En un país donde la prensa tradicional fue aniquilada por la censura del chavismo desde hace años, y donde la vanguardia de la prensa digital independiente ha sido bloqueada en internet por orden del gobierno a las empresas operadoras, el principal vehículo de información y difusión son las redes sociales. En estos vídeos se recogen las evidencias de esta escalada, como la detención de Superlano, o la de jóvenes manifestantes que solo estaban marchando en las calles.
Para los chavistas, una de las imágenes más perturbadoras ha sido el derribo de al menos tres estatuas de Hugo Chávez, incluyendo una enorme que estaba erigida en la avenida Soublette, malecón de la ciudad de La Guaira, a las afueras de Caracas.
Como en una escena del Viejo Oeste, pero sin caballo, hombres a bordo de una motocicleta arrastraban por las calles la cabeza de la estatua de Chávez, mientras eran vitoreados por enardecidos jóvenes, para escándalo de la plana mayor del régimen y los seguidores del difunto militar.
«La Fuerza Armada Nacional Bolivariana rechaza contundentemente todas las acciones violentas promovidas por la extrema derecha venezolana, desde ayer lunes 29 de julio en distintas regiones del país, luego de finalizado el proceso de Elecciones Presidenciales 2024», ha dicho el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, al leer un comunicado formal del Alto Mando militar.
«Estos actos terroristas de sabotaje se han cometido contra sedes de organismos públicos, incluyendo un centenar de centros electorales, oficinas del Consejo Nacional Electoral, edificaciones privadas, comandos de unidades militares y policiales; así como la destrucción de máquinas y material electoral, símbolos de identidad nacional como el Indio Coromoto en Guanare y esculturas del Comandante Chávez, entre otros», ha enumerado.
Desde pequeñas y grandes ciudades de Venezuela se reportan manifestaciones puntuales y actos violentos ejecutados por grupos de enardecidas personas.
«Actuaremos con contundencia, en perfecta unión cívico militar policial para preservar el orden interno en todo el territorio nacional», ha advertido Padrino, quien es visto por algunos analistas políticos como el principal sustento hoy de Maduro y de toda la estructura de poder del chavismo.
«Reafirmamos la más absoluta lealtad y apoyo incondicional al ciudadano Nicolás Maduro Moros presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, nuestro comandante en jefe quien ha sido legítimamente reelecto por el poder popular y proclamado por el poder electoral para el periodo presidencial 2025-2031. En este país habrá paz, paz y paz. Chávez vive, leales siempre», ha dicho Padrino, sin dejar espacios a dudas de fidelidades.
María Corina Machado reclama el triunfo de González
Por su parte, en una concentración en Caracas ante la sede Acnur, María Corina Machado arengó a sus seguidores a seguir lo que define como una lucha hasta el final e insistió en que el verdadero ganador es el Edmundo González Urrutia.
También apeló a los militares. «Los ciudadanos militares vieron con sus propios ojos el triunfo de un país frente a una tiranía y hoy les enviamos este mensaje: su misión es defender la soberanía popular y proteger al pueblo de Venezuela. Se huele libertad en Venezuela», ha dicho Machado, mientras sus seguidores coreaban sus palabras en la avenida Francisco de Miranda.
«Señores de la Fuerza Armada: no hay razón alguna para reprimir al pueblo de Venezuela, no hay razón alguna para tanta persecución», ha expresado en el mismo acto González Urrutia, un exdiplomático de 74 años que es visto por analistas como una figura clave en caso de que hubiera una negociación rumbo a una transición política.
Ambos estaban a bordo de un camión de sonido, y escoltados por grupos de seguidores en motocicletas o a pie, que les mostraban su apoyo, en una concentración pacífica y animada de algunos miles de opositores.
Al igual que la oposición interna, varios países han pedido que se muestren las actas totales de la elección del domingo, a lo que Maduro ha respondido exigiendo la salida del país del personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Esta situación perjudicará a miles de venezolanos que viven en esos países, convertidos en destinos importantes de parte de la diáspora de casi ocho millones de personas que han abandonado su patria en la era del chavismo, con o sin Hugo Chávez.
Perú, donde según datos de Acnur viven más de 1,5 millones de venezolanos, el canciller Javier González-Olaechea, de una vez, se alineó con la tesis de la oposición. «Es evidente que la voluntad de fraude existe. El señor (Edmundo) González es el presidente electo de Venezuela, esa es la posición del gobierno peruano y la de muchos organismos internacionales», ha expresado el canciller en declaraciones a RPP.
En la mañana del martes crecía la tensión en torno a la sede de la embajada de Argentina, después de que funcionarios de la empresa estatal Corpoelec cortaran la electricidad a la sede.
Desde el lunes aumentó la presencia ostensible de patrullas policiales en los alrededores de la quinta del sureste de Caracas, donde está la sede. La dirigencia de Vente, el partido de María Corina Machado, teme que la sede sea asaltada para capturar a los disidentes, lo que elevaría la confrontación entre el gobierno de Maduro y el de Javier Milei.
